Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de que los campos de refugiados de Sudán del Sur están al límite de su capacidad, y a punto de agotar sus fuentes de agua, después de recibir unas 30.000 personas más en las últimas dos semanas. Por ello, la ONG ha realizado un llamamiento al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para que establezca un refugio inmediato para estos 30.000 nuevos refugiados procedentes del estado del Nilo Azul en el vecino Sudán.
Cada día cruzan la frontera unas 2.000 personas que necesitan desesperadamente ayuda humanitaria y se suman a los 70.000 refugiados que ya estaban en la zona desde que huyeron de los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas sudanesas y los rebeldes del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-Norte), explicó MSF.
«Nos encontramos en una situación de verdadera emergencia», aseguró el coordinador de emergencias de MSF, Patrick Swartenbroek. «Estamos dispensando atención médica y potabilizando y distribuyendo 90.000 litros de agua al día en la zona donde se han asentado temporalmente los refugiados. Pero los depósitos estarán vacíos a finales de esta semana y la situación se volverá muy crítica», añadió.
Además, desde diciembre de 2011, la escasez de agua ha lastrado la respuesta humanitaria en los dos campos de refugiados de esta zona del estado del Alto Nilo, en el noreste de Sudán del Sur. El campo de Doro ha llegado casi al máximo de su capacidad, mientras que en el campo de Jamam los refugiados disponen de menos de siete litros de agua al día (muy por debajo del estándar de 20 litros de agua por persona y día en situaciones de emergencia) y casi un 40% de las consultas en la clínica de MSF son casos de diarrea. La organización humanitaria señala que se trabaja en la habilitación de un tercer campo de refugiados en Yusuf Batil, «pero en estos momentos solo tiene agua suficiente para 3.000 o 4.000 refugiados».
Con los campos existentes llenos o con insuficiente suministro de agua, «MSF considera urgente que se busque una solución alternativa para los refugiados». Por ahora, estos se agrupan bajo los árboles en un lugar llamado Rum, pero solo unos pocos disponen de algunos retazos de lona de plástico para cobijarse. En esta zona de asentamiento provisional, un equipo de la ONG atiende los casos más graves, entre los que se cuentan 214 pacientes con diarrea y 34 niños con desnutrición aguda.