Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han resultado afectadas por la crisis. Sus ingresos han mermado en los últimos años y han ideado propuestas que les permitan recaudar la cantidad necesaria para desarrollar sus programas. Algunas han optado por reducir la cuota a los nuevos socios y otras cobran, o al menos se lo plantean, por ciertos servicios especializados que, hasta ahora, realizaban de manera gratuita.
Combatir la crisis desde las ONG
Educación Sin Fronteras decidió el pasado mes de junio cobrar una cuota «low cost» a los nuevos socios en situación de paro, estudiantes y personas jubiladas. De este modo, la cuota básica anual para asociarse se ha reducido en más de la mitad para ellos: si hasta ahora ascendía a 72 euros por año, la cantidad que se debe abonar desde este verano es de 30 euros anuales. La medida se justifica por «los fuertes recortes que se han producido en materia de cooperación internacional y que amenazan la supervivencia de decenas de proyectos en países empobrecidos», explica la entidad.
Otras entidades optan por la celebración de festivales benéficos, cuyos asistentes abonan una entrada a un precio simbólico. Estos actos suponen ingresos puntuales que no siempre se sostienen en el tiempo, pero al menos inyectan a las organizaciones ciertas cantidades idóneas para mantener sus actividad. La Fundación Asha-Kiran organiza diferentes actividades y presentaciones para recaudar fondos, a la vez que anima a colocar sus huchas solidarias en comercios, lugares de trabajo o bancos, entre otros, para recoger la ayuda de todos los ciudadanos.
Los eventos solidarios con fines benéficos y las donaciones puntuales son cada vez más frecuentes para recaudar fondos
En línea con esta filosofía, Intermón Oxfam acepta aportaciones únicas para las emergencias más urgentes, proyectos de desarrollo y comercio justo o destinadas a los fondos generales. Si se prefiere, es posible realizar un donativo en una cuenta corriente de entidades que colaboran con la organización. En ambos casos, el consumidor decide siempre la cantidad.
El merchandising también ha experimentado un impulso. Camiseta Solidaria amplía su catálogo de manera periódica con prendas de diferentes ONG, cuyos diseños ganan cada temporada en originalidad. Play Attitude permite elegir camisetas de diseño positivo, comercio justo, algodón orgánico o para apoyar proyectos. El mensaje es sencillo: «Plasmar nuestras reflexiones y expectativas en camisetas y, de esta manera, reivindicar aquellas causas que directamente nos preocupan».
Cobrar por los servicios
Además de obtener ingresos de los donantes, ya sean socios o colaboradores puntuales, las ONG pueden ingresar dinero si comienzan a cobrar servicios que hasta ahora realizaban de manera gratuita. La mayoría de las organizaciones cuentan con expertos en disciplinas variadas, cuya experiencia o conocimientos son muy válidos. Otras veces, proporcionan servicios gratuitos a personas enfermas o a sus familiares. Sin embargo, ahora se plantea la posibilidad de cobrar estos trabajos, «al menos, a los que disponen de recursos económicos suficientes».
Para combatir la crisis, las ONG cobrarían a los usuarios de un servicio o a sus familiares, «al menos, a los que disponen de recursos económicos suficientes»
Esta medida se aprecia como un camino para la consolidación de la organización, ya que permite obtener ingresos adicionales, o para «reducir la dependencia del apoyo externo de importantes financiadores». Ágora Social, con el respaldo de la Asociación Española de Fundraising, ha editado ‘La venta de servicios como alternativa de financiación‘. En esta publicación, se destaca esta acción como «una forma de generar ingresos propios» y se recuerda que el carácter no lucrativo de asociaciones o fundaciones no está reñido con las actividades mercantiles.
Las posibilidades son varias: cobrar a los usuarios de un servicio por este, proporcionar un servicio gratuito subvencionado o contratado por un organismo público o privado o bien apostar por una fórmula que combine las anteriores. Respecto al servicio, puede estar relacionado con la misión de la ONG, como es el caso de terapias destinadas a personas enfermas; tener una relación tangencial, si se imparte un curso de formación sobre alguna materia que domina el personal de la ONG; o ser ajeno a esta si, entre otras opciones, se alquila un despacho o parte de la oficina que no se utiliza.
Programas de desarrollo y ONG, en riesgo
La estategia de Educación Sin Fronteras pretende atraer nuevos socios en un momento en el que la crisis ha supuesto numerosas bajas y, en consecuencia, el descenso de los ingresos de las organizaciones. Justo cuando más se necesitan. Las ONG han alertado de que la merma de estos ingresos, así como de las subvenciones públicas, ha puesto en riesgo la continuación de los programas de desarrollo y el inicio de nuevos proyectos.
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, CERMI, también ha lamentado estos recortes, que han afectado a «muchas entidades de la discapacidad», cuyos recursos económicos «son cada vez menores». Según sus cálculos aproximados, «las administraciones territoriales (comunidades autónomas, fundamentalmente, y ayuntamientos y diputaciones, en menor medida) tienen una deuda de 189 millones de euros con las organizaciones y entidades de la discapacidad agrupadas en torno al CERMI».
La Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España (CONGDE) recuerda que los recortes en Ayuda Oficial al Desarrollo suponen no cumplir con el 0,7% comprometido de la RNB para 2012, sino con un 0,40%. Aunque la lucha contra la pobreza cuenta con el respaldo de la ciudadanía, en el contexto actual, los fondos son insuficientes y la solidaridad pasa a un segundo plano, en especial, cuando se refiere a los países en desarrollo.