Unos 1.700 millones de personas en todo el mundo viven sin electricidad. De ellos, 500 millones residen en el África Subsahariana, donde sólo el 2% de los habitantes de las zonas rurales tiene acceso a algún tipo de suministro. La principal consecuencia es el elevado coste de la iluminación, considerada la energía más cara para la población pobre, que destina entre el 10% y el 15% de los ingresos familiares para costearla.
Imagen: Steve Evans
Cada año, se gastan 38.000 millones de dólares en lámparas de queroseno y otros productos contaminantes
En total, el gasto mundial en luz alcanza cada año 185.000 millones de dólares, de los que 38.000 millones corresponden a lámparas de queroseno y otros productos a base de combustibles fósiles, que son costosos, ineficientes y contaminantes. Por esta razón, el Grupo del Banco Mundial, en colaboración con la Corporación Financiera Internacional (CFI), organizaciones dedicadas al desarrollo y proveedores locales de servicios de energía, han puesto en marcha la iniciativa ‘Lighting Africa’ (Luz para África).
El objetivo de esta propuesta es conseguir que 250 millones de habitantes del África Subsahariana dispongan para el año 2030 de sistemas modernos y asequibles de iluminación. Además, se pretende que este programa contribuya a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio mediante la lucha contra la pobreza y la mejora de la calidad de vida, y que fomente el desarrollo de energías limpias y del Plan de ampliación del acceso a la energía en África del Banco Mundial.
Para conseguirlo, se ha convocado el Concurso de donaciones de la Feria del Desarrollo: Luz para África, abierto a participantes de todo el mundo, desde empresas multinacionales hasta industrias locales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y sociedad civil en general. La finalidad es encontrar nuevos mecanismos de bajo costo y alta calidad, que deberán estar alimentados con fuentes de energía renovable (solar, eólica y micro gas), medios mecánicos (manivelas manuales y energía a pedal) u otros combustibles no fósiles. Estos dispositivos se utilizarán para iluminar casas, negocios, centros de salud y otros lugares que no están conectados a la red de energía pública.
Feria del Desarrollo
El concurso convocado por el Banco Mundial se plantea como un medio para desarrollar el mercado de la iluminación en África y cubrir las necesidades de la población con ingresos más bajos. El próximo 31 de octubre se cerrará el plazo para presentar las propuestas, entre las que se elegirán unas 50 que asistirán, a mediados de enero de 2008, a una reunión preparatoria en Nairobi (Kenya). En este encuentro, se ofrecerá la ayuda y asesoramiento que requieran los participantes para que, antes del 1 de marzo, presenten sus propuestas definitivas y, en el mes de abril, acudan a Accra (Ghana) a la Feria del Desarrollo e Intercambio de Conocimientos. Éste será el lugar en el que, por fin, un jurado internacional elija los proyectos ganadores, entre 10 y 20, que serán financiados durante un periodo de 18 meses en los años 2008 y 2009.
El próximo 31 de octubre se cerrará el plazo para presentar las propuestas
Las propuestas ganadoras, que deberán ejecutarse en uno o más países del África Subsahariana, se repartirán hasta 2,5 millones de dólares en premios. Además, recibirán información sobre el mercado de la iluminación, la planificación de las empresas y el acceso a servicios técnicos y de inversión del Grupo del Banco Mundial. Toda la información acerca del concurso se puede consultar en www.lightingafrica.org (en inglés), donde se destacan también los criterios de evaluación de las propuestas:
- Innovación. Se analizará en qué medida la idea se aleja de los planteamientos actuales.
- Realismo y resultados. Grado de mejora en el acceso de la población más pobre a la iluminación.
- Viabilidad financiera. Posibilidades de continuación de la iniciativa una vez que no cuente con la financiación de los patrocinadores.
- Sostenibilidad organizativa, social y ambiental. Capacidad de la propuesta para aprovechar los recursos, la capacidad de producción y la mano de obra locales.
- Posibilidad de reproducción y ampliación. Potencial para aplicar esa idea en otros lugares.
- Riesgos del proyecto. Factores que pueden poner en peligro la ejecución eficaz del proyecto y las estrategias de mitigación que se proponen.
“Nuestra meta es ofrecer a las familias y pequeños propietarios energía limpia, moderna y financieramente accesible”
“Nuestra meta es ofrecer a las familias y pequeños propietarios energía limpia, moderna y financieramente accesible como alternativa a las lámparas que operan con combustibles fósiles”. Así definió el vicepresidente ejecutivo y director ejecutivo de la CFI, Lars Thunell, la finalidad de esta iniciativa durante su presentación. Está previsto que, cuando se pongan en marcha las propuestas seleccionadas, mejoren la calidad de vida de la población beneficiaria. Los nuevos sistemas de iluminación permitirán ampliar la jornada de trabajo en las pequeñas y medianas empresas, lo que repercutirá previsiblemente en un incremento de la producción y de los ingresos, así como en la mejora de las condiciones de empleo.
Por otro lado, se prevén avances en la prestación de los servicios de salud y una mayor seguridad para llevar a cabo actividades personales, comerciales y comunitarias gracias a la iluminación en exteriores. También se espera poner en marcha nuevos programas de alfabetización de adultos y educación superior, y que los alumnos y alumnas más jóvenes puedan dedicar más horas al estudio y la lectura, lo que aumentará el rendimiento y las tasas de permanencia en la escuela. Por último, se espera que ‘Lighting Africa’ contribuya a mejorar la calidad del aire, dinamizar el mercado de la energía y, sobre todo, a abaratar el coste de la electricidad.