En España, más de 1,8 millones de personas mayores viven solas. Y solo en la capital son alrededor de 150.000, en su mayoría mujeres. La Fundación Amigos de los Mayores, con presencia en la Comunidad de Madrid, trata de favorecer el acompañamiento afectivo a todas las personas mayores que viven o se sienten solas. Su directora de Innovación y Desarrollo, Mercedes Villegas, lleva vinculada a la organización desde sus orígenes y, después de su paso por Francia, ha ayudado a la implantación del proyecto “Grandes Vecinos” en Madrid. Esta última iniciativa cuenta con 60 participantes de todas las edades y, como dice Villegas, “ayuda a fomentar las relaciones vecinales, aparte de evitar la soledad de las personas mayores”.
La Fundación nace en el año 2003, cuando un grupo que habíamos hecho voluntariado con esta misma organización en Francia vimos que era necesaria crear una entidad similar en una ciudad como Madrid. Empezamos en la zona norte de esta ciudad y en coordinación con los servicios sociales que habían detectado la necesidad de voluntariado para acompañar a las personas mayores a hacer gestiones a los centros médicos y hospitales. Aunque nuestra labor era principalmente de acompañamiento afectivo, comenzamos ayudando a los mayores a ir a hospitales y, poco a poco, nos fuimos sumando a otros programas y haciendo asistencia en domicilio.
Desde la Fundación trabajamos en tres áreas principales: en el acompañamiento afectivo en domicilio o residencias; en la organización de actividades; y en campañas de sensibilización para visibilizar y acercar a la ciudadanía los mayores. Confiamos en la importancia de la sociabilización y, por eso, tenemos un programa de eventos con el fin de que estas personas puedan salir de su rutina y pasar una tarde lúdica, tanto en Navidad como en verano, que se quedan más solos, y otros festivos.
El número de personas mayores ha crecido de forma significativa en España durante las últimas décadas. En nuestro país hay más de 1,8 millones de personas mayores que viven solas, de un total de 40% de españoles mayores de 65 años. Son más mujeres (73%) que hombres (27%): en total una de cada cuatro mujeres entre los 75 y 84 años vive sola.
Normalmente tienen servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia. Y ahora estamos viendo que empiezan a contar con terapeutas ocupacionales. Pero en su mayoría son servicios que se quedan cortos. También tienen el apoyo de familiares, pero tal vez las hijas que antes no trabajaban ahora sí lo hacen o no viven cerca. En el día a día no siempre pueden estar los familiares y esto hace que las personas mayores pasen mucho tiempo solas.
“Les sienta bien saber que cuentan para los demás y que alguien les llamará”Sí, tenemos un amplio programa de voluntariado con mayores. El año pasado participaron más de 500 voluntarios y la media de edad es de 41 años, porque hay una franja importante de jóvenes y otra de jubilados. Nos conocen más a través de las redes sociales y otros portales de voluntariado a los que acceden los jóvenes, pero cada vez hay más personas que acaban de jubilarse y tienen más tiempo que quieren dedicarlo a acompañar a personas mayores.
Valoran cualquier cosa que sea estar ocupados y sentirse acompañados. Para ellos salir de su rutina de aislamiento y soledad les hace pensar en otras cosas. Les sienta bien saber que cuentan para los demás y que alguien les va a llamar. Las diferentes actividades les hace estar mejor anímica y emocionalmente. Ante cualquier fiesta que se organiza, están semanas antes preparándose y, luego, se siguen acordando durante meses después.
En un proyecto que surge en París (Francia) en 2009. Consiste en poner en contacto a personas mayores con personas que viven cerca y recrear la solidaridad que antes se daba de forma natural en los barrios. Juntos hacen la compra, pasean al perro, van al teatro, toman un café u otras actividades cotidianas. Ahora estamos trabajando en una aplicación que facilita el contacto de las personas mayores con tres o cuatro vecinos, pues siempre buscamos que haya más de una persona en contacto con ellos. Las personas mayores no hace falta que estén conectadas a la web, pero sí ayuda al resto de vecinos a saber si el mayor recibió o no una llamada ese día.
Empezó en Chueca, Malasaña, Lavapiés y ahora también en Tetuán y Chamberí. La idea es ir extendiendo el proyecto a todo Madrid. Se inició en octubre del año pasado y, después de unos meses de pruebas, se lanzó el 29 de abril. En la actualidad, hay alrededor de 60 participantes, de los cuales 20 son personas mayores. Seguimos trabajando mucho en su difusión a través de los distintos eventos en el barrio para poder llegar así a los mayores.
El proyecto ha tenido buena acogida, pero hemos visto que tenemos que seguir haciendo mucha difusión para poder llegar a todos los mayores y generar confianza en todos los participantes. Nos hemos dado cuenta de que, aunque el objetivo es prevenir la soledad de las personas mayores, también estamos favoreciendo las relaciones vecinales entre personas de todas las edades y recuperando la vida de barrio.
Nuestros mayores tienen mucho que aportarnos. No son meros receptores de ayuda. Hemos de mirarles, verles y hacer que no sean invisibles. A veces tendemos a acercarnos a ellos con cierto paternalismo y queriéndoles proteger, pero queremos transmitir que todos somos iguales y que juntos podemos hacer más cosas de las que pensamos.
Lo que sí percibimos es mucha descoordinación y confusión. Algunas personas han visto reducidas sus horas de ayuda a domicilio desde su aplicación.
Hay diferentes maneras de colaborar, desde el voluntariado a través de un formulario al que se puede acceder en la web, a la donación económica. Si no se tiene tiempo, también se puede hacer una aportación monetaria y ayudarnos a financiar el proyecto. Nuestros fondos provienen principalmente de donantes privados, socios y empresas que colaboran. Además, es de gran ayuda cualquier difusión del proyecto.