El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidos ha anunciado el cese de los vuelos de ayuda humanitaria a Myanmar. El motivo es que la junta militar que gobierna el país ha incautado dos entregas, según ha dicho Tony Banbury, director de la agencia de la ONU en Asia.
«Vamos a tener que cerrar nuestra muy pequeña operación aérea hasta que obtengamos garantías de las autoridades», ha dicho Banbury al canal de televisión CNN.
Anteriormente, el PMA había expresado su frustración por las dificultades y lentitud con la que las autoridades birmanas tramitan las solicitudes de visados de entrada para su personal.
La junta militar ha aceptado la ayuda internacional, pero quiere que el reparto de la misma a las zonas afectadas se realice mediante sus propios ciudadanos y funcionarios oficiales.
Ayer llegaron a Rangún dos aviones del PMA y otro de la Cruz de Roja con varias toneladas de galletas energéticas, mantas y tiendas de campaña para atender a los más de un millón de damnificados que se han quedado sin casa por el ciclón.
La comunidad internacional no descarta forzar la llegada de la ayuda humanitaria sin esperar a las autorizaciones de los militares birmanos, basándose en el principio de la «responsabilidad de proteger», según ha propuesto Francia.