La ONG Oxfam Internacional ha alertado de que la crisis económica provoca que un centenar de personas caiga en situación de pobreza cada minuto. Por este motivo, insta a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes que protejan a los países con menos recursos. Según los datos de esta organización, la crisis económica ha incrementado en más de mil millones el número de personas que pasan hambre en el mundo, es decir, uno de cada siete habitantes del planeta no tiene qué comer.
Oxfam recalca que los gobiernos de los países en desarrollo necesitan apoyo externo para responder ante las crisis climática, económica y alimentaria, al tiempo que pugna por el mantenimiento de los servicios sociales básicos de sus habitantes. «Los brotes verdes de la recuperación económica no han llegado a los países más pobres, que están hoy sufriendo de forma muy virulenta la depresión globlal», indica Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam en España.
La organización explica que los países en vías de desarrollo parten en desigualdad de condiciones para afrontar la recesión. Asegura que la crisis económica llegó a las regiones más pobres en un momento en el que todavía se luchaba por la escasez y los altos precios de los alimentos.
La responsable de Financiación al Desarrollo de Intermón Oxfam, Verónica Hernández, denunció que el G-20 no ha desembolsado ni la mitad de los 50.000 millones de dólares que prometió en abril para los países pobres. «Sin embargo, vemos cómo las millonarias ayudas a los bancos de los países ricos se aprueban de un día para otro», recalcó.
Por todo ello, la ONG Oxfam Internacional reclama a los países del G-20 un paquete de medidas económicas por valor de 290.000 millones de dólares. La organización cree que esta cifra serviría para aligerar la carga que soportan los países en desarrollo, pero además, solicita que se establezca una moratoria de la deuda y férreos controles de los paraísos fiscales, y que se graven las transacciones financieras.