De los más de 600 centros que hay España atendiendo a las personas sin hogar, tres de cada cuatro son privados, gestionados por entidades religiosas, y el gasto anual de todos los centros es de 118 millones de euros, lo que equivale a 12 euros por persona y día. Una cifra insuficiente para ayudar a las aproximadamente 30.000 personas que en nuestro país viven en la calle o en condiciones muy precarias, sin contar a los que habitan en chavolas y otros asentamientos de idénticas características. Por esta razón, Cáritas y la Federación de Centros para Integración y Ayuda a Marginados (FACIAM) denuncian la tendencia a la baja en ayuda social que viene registrándose desde 1999, año en que la cifra ascendía a 18 euros. «En cualquier caso, es una cantidad insuficiente si tenemos en cuenta que en ella se incluyen no sólo los gastos de atención a personas, sino el mantenimiento de infraestructuras y coste del personal», aclaran desde Cáritas, que en 2004 recaudó 15.265.199 euros a los programas para personas sin hogar y se atendieron a un total de 108.384 usuarios.
Esta situación tan alarmante ha llevado a estas dos organizaciones, Cáritas y la Federación de Centros para Integración y Ayuda a Marginados, a lanzar una campaña por el respeto de los derechos de las personas sin hogar, bajo en nombre de ‘Necesito un techo, y respeto, formación, seguridad, autonomía…derechos humanos a tiempo completo’. Es una forma de denunciar el recorte de ayudas públicas recibidas y una forma de recordar que su inclusión en la sociedad pasa por «tener un techo, respeto, afecto, formación y derechos humanos». Sus organizadores insisten sobre todo en concienciar a la sociedad de que la solución no pasa únicamente por ofrecer un lugar donde dormir y unos servicios básicos, sino por impulsar la inclusión integral.
La solución no pasa únicamente por ofrecer un lugar donde dormir y unos servicios básicos, sino por impulsar la inclusión integral
Los objetivos que persiguen estas entidades con esta campaña que se acaba de iniciar son los siguientes:
- Apertura de los centros todo el año
- No limitar la estancia de las personas sin hogar
- Evitar separar parejas, familias o dueños de sus mascotas
- Proporcionar los espacios y recursos necesarios para potenciar la autoestima y la formación
Para Cáritas , el primer paso es diferenciar entre los que no tienen techo y los que no tienen un hogar:
- Bajo la acepción de las personas sin techo el perfil es de un hombre de edad media que vive de la mendicidad, padece adicciones, vive en la pobreza y suele dormir en la calle.
- Las personas sin hogar, sin embargo, se refieren a un sector de la población mucho más amplio: el perfil de la mayoría de las personas sin hogar sigue siendo el de un varón solo en torno a los 40 años, aunque cada vez es más frecuente la presencia en los centros de acogida de otras personas, como trabajadores inmigrantes más jóvenes , cercanos a los 30 años, cuya presencia en los centros de primera acogida y de cobertura de necesidades básicas como comedor, duchas y pernoctar, sobrepasa en ocasiones el 70%. Las mujeres pueden representar entre un 15% y un 20%. Predominan las personas solteras, aunque aumenta el número de separados y de divorciados.
Desde el punto de vista laboral, la mayoría de ellos están en el paro y nunca han cotizado, por lo que carecen de derecho al desempleo. También hay algunos casos que reciben pensiones asistenciales o no contributivas de menos de 300 euros al mes.