Bajo el lema “Juntos en vacaciones”, la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA) recuerda a través de su presidenta, Pilar del Cañizo, que existen muchas posibilidades para integrar al animal de compañía, como un miembro más, en el descanso familiar este verano. “La primera opción es llevarlo con nosotros y elegir residencias, campings y hoteles que admitan animales”, aconseja la presidenta. Esta es la mejor recomendación para hacer frente a los 200.000 abandonos de animales que se registran al año en nuestro país, más teniendo en cuenta que el 40% se produce en verano. Ante este delito, penado por la ley en todas las comunidades españolas con multas que pueden alcanzar los 15.000 euros, Del Cañizo trabaja en promocionar el apadrinamiento de animales y su adopción. “Es la salida más humanitaria y más digna que podemos dar a estos seres vivos”, afirma.
Nosotros siempre recomendamos no regalar un animal a una persona que no sabe que lo va a recibir. Quien lo reciba, que es quien en principio lo va a cuidar, debe saber y valorar que va a tener que hacerse cargo de un animal y que eso implica una responsabilidad. Esto no puede ser una sorpresa porque las consecuencias pueden ser nefastas.
Sí, como el abandono. Aproximadamente en España se abandonan 200.000 animales entre perros y gatos. Hay muchos más animales que se abandonan, exóticos sobre todo, pero no tenemos las cifras de estos abandonos.
Gran parte de estos abandonos se producen motivados por una compra impulsiva, otras veces por una mala elección, ya que se puede adquirir un animal teniendo en cuenta únicamente el aspecto físico y sin estudiar que puede ser un animal poco apropiado para nuestra forma de vida…
Gran parte de estos abandonos se producen motivados por una compra impulsiva, otras veces por una mala elección
La primera opción debe ser tratar de llevarlo consigo, porque hay hoteles, casas rurales y camping que los suelen admitir. Y si el lugar elegido por la familia para descansar no admite animales, la segunda mejor opción es que alguien de confianza, un familiar o un amigo, lo cuide esos días. Otra elección puede ser enviar al perro o al gato a una residencia para animales. En estos casos conviene que los dueños la visiten previamente y que se cercioren de que es la más adecuada para su animal.
Fundamentalmente tienen que comprobar que las instalaciones están limpias, que los animales no estén asustados y que se les vea felices, con buen aspecto, así como la calidad de las instalaciones, que no estén deterioradas, además de valorar la calidad humana. Es muy importante observar que el personal encargado de cuidar a los animales sea profesional.
En primer lugar hay que decir que entre los animales que tenemos acogidos en el centro, existe la posibilidad de apadrinarlos, lo que equivale a que una persona – el padrino- se compromete o colabora en el mantenimiento de ese animal durante el tiempo que está con nosotros. Aparte de los gastos que nos ocasiona puede colaborar sacándolo a pasear, tenerlo en casa los sábados….
Una persona interesada nos tiene que comunicar su intención de adoptar y a partir de ahí es fundamental que el interés sea real, tal y como comentábamos antes. No sirve que lo quiera para regalar o deshacerse rápidamente de él. Comprobamos que no sea una adquisición impulsiva y también asesoramos a esta persona en función de su forma de vida, la vivienda, sus horarios, sus necesidades familiares y personales, el número de componentes en la familia y le indicamos cuál es el animal o los animales que más se pueden adaptar a su perfil y forma de vida y que, por lo tanto, sea más apropiado. Porque de esta elección dependerá después el éxito de esta adopción: animales más pequeños para personas mayores, muy activos para deportistas, etc.
Un animal requiere de una persona que se responsabilice de él y, por muy mínimos que sean, hay que hacer frente a unos gastos: alimentación y cuidados veterinarios. El resto de los cuidados tienen un coste más humano que económico, alguien tiene que sacarle a pasear varias veces al día, prepararle la comida y responsabilizarse en momentos de mucho trabajo, en fiestas, en vacaciones… Hay que tener en cuenta que muchos se abandonan y que el animal sufre mucho. El abandono es el peor maltrato que se le puede dar a un animal. No hay que olvidar que los perros y gatos son animales sociales, a los que se les acostumbra a recibir comida, calor, cariño… y de repente se ven excluidos en un medio que no conocen y viéndose obligados a buscarse esta comida. Además, están expuestos a enfermedades, al frío y a sufrir accidentes.
Tenemos alrededor de 160 perros y 110 gatos. Algunos están físicamente en el centro y otros están en casas de acogida, lo que llamamos canguro. Allí enviamos a los más delicados, a los cachorros y a los más débiles.
El abandono, que por fin está regulado en todas las comunidades autónomas, está penado con multas que varían según la ley y que pueden llegar hasta los 15.000 euros.
“El abandono está penado con multas que varían según la ley y que pueden llegar hasta los 15.000 euros”Por otro lado, en el código penal también está contemplado el maltrato y el abandono considerado como maltrato. Además, está la obligatoriedad de la identificación mediante microchips que es un gran avance para nosotros. Sin embargo, aunque existe la norma, el principal problema es que no se aplica, no se crean los medios necesarios para que se cumpla, y eso lo debe hacer la Administración. Por ejemplo, la policía local podría ir comprobando si los perros llevan chip, pueden informar de la obligatoriedad de la identificación y si el animal no lo tuviera, se le tendría que hacer un seguimiento, darle un plazo, etc. Se pueden hacer muchas cosas, más que centrarnos en cuestionar la norma se debería vigilar la aplicación de esta norma y los recursos que se dedican a ello.
Nuestra lucha diaria es trabajar contra el maltrato y el abandono de los animales. De ahí la campaña que acabamos de poner en marcha bajo el título ‘Juntos en Vacaciones’. Después, pretendemos promocionar la adopción de los animales como la salida más humanitaria y más digna que podemos dar a estos seres vivos y trabajar en el control de la natalidad: hay una importante superpoblación de los animales, y por este excedente muchas veces los cachorros caen en manos de quien no debiera. Por eso cada uno podemos contribuir en esta acción evitando que nuestro animal se reproduzca incontroladamente.
