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Pobreza infantil en España hoy
Es lo que reflejan los últimos datos recabados por UNICEF en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este último año, el riesgo de pobreza para los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años ha aumentado un punto, del 28 al 29 %. Puede dar la impresión de ser una cifra pequeña, pero llama la atención que para el resto de grupos de población se mantiene estable o disminuye.
Y no es un dato aislado, puesto que otros indicadores como la privación material infantil también están al alza y pasan de un 10 al 12 %. Esto convierte a España en el país de la Unión Europea con la tasa de pobreza infantil más alta.
Impacto de la pobreza en niños, niñas y adolescentes
Lo que realmente ponen de manifiesto estos datos es que niños, niñas y adolescentes de nuestro propio entorno tienen que hacer frente a unas carencias que durante esta etapa de la vida son especialmente perjudiciales y van más allá de las limitaciones económicas de las familias. Tienen un impacto directo en su calidad de vida, puesto que afectan negativamente en su salud, en su educación o, incluso, la capacidad de disfrutar plenamente de la infancia.
- Supone un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas, malnutrición y problemas de salud mental o mayores dificultades para acceder a servicios de atención médica adecuados.
- También puede conllevar un menor rendimiento académico, tasas más altas de abandono escolar y menor acceso a oportunidades de educación superior, con lo que se perpetúa el ciclo de la pobreza. Y todo ello, evidentemente, puede dañar social y emocionalmente a los niños y niñas.
- Su autoestima, su autoconfianza e incluso las relaciones interpersonales a menudo se resiente y repercute negativamente en su bienestar emocional y social.
- Y a estos efectos también hay que sumarle un elemento trascendental a la hora de abordar la pobreza infantil: la merma de oportunidades de cara a un futuro mejor. La falta de oportunidades que miles de niños, niñas y adolescentes se encuentran en su día a día pueden condicionar toda su vida.
Esta desigualdad que afecta a sus vidas y a su desarrollo, además, impacta y compromete el bienestar de toda la sociedad a medio y largo plazo.
Cómo abordar la pobreza infantil
Por ello resulta urgente contar cuanto antes con una protección social que coloque a la infancia en el centro y que garantice a cada niño y niña, con especial foco en los y las más vulnerables, el acceso a servicios esenciales en materia de educación, nutrición, salud y vivienda.
En este sentido, la inversión en la infancia es fundamental, puesto que incide directamente en sus capacidades y oportunidades futuras como personas adultas, y protege a las familias en la crianza frente a la precariedad laboral y la falta de ingresos. En estos momentos, España invierte solo un 1,5 % del PIB en protección social de la infancia y las familias, frente al 2,4 % de la media europea.
➡️ Propuestas
Ante esta coyuntura, UNICEF pone sobre la mesa distintas propuestas para abordar la pobreza infantil:
- Implantar una prestación universal para la crianza en forma de deducción fiscal reembolsable en los Presupuestos Generales del Estado 2025.
- Aportar por la firma de un Pacto de Estado por la Infancia con medidas y presupuestos que la hagan eficaz contando siempre con el interés superior del niño o niña en el centro de todas las políticas.
Comenzando con la implementación de estrategias como estas, estaremos más cerca de lograr el objetivo de romper el ciclo de la pobreza, proporcionando un apoyo integral a los niños y niñas afectados y garantizándoles un futuro más próspero y equitativo.