La pobreza infantil afecta a uno de cada cuatro niños y niñas en Europa

A corto plazo, el actual contexto seguirá pasando una dura factura a la infancia que enfrenta ya graves problemas. Tal y como revela el último informe de UNICEF sobre el estado de la infancia y adolescencia en Europa, el aumento de la pobreza, el deterioro de la salud mental, los abusos sexuales online o la exposición a la contaminación son problemas que afectan a un alto número de niños y niñas en Europa.

A largo plazo, se observan amenazas como la ralentización de la economía que podrían suponer un aumento de la pobreza infantil, mientras que las presiones geopolíticas, los conflictos prolongados, el cambio climático y las crisis humanitarias seguirán haciendo peligrar el bienestar de millones de niños y niñas. Por ello, en este momento es especialmente necesario invertir en infancia.

A pocos días de celebrarse las elecciones al Parlamento Europeo, UNICEF recuerda que las políticas que se llevan a cabo en la Unión Europea tienen un gran impacto en la población, sobre todo en la infancia y adolescencia, e insta a las fuerzas políticas que concurren a los comicios a poner a los niños y niñas en el centro de sus políticas. De hecho, las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 son una oportunidad para situar a las jóvenes generaciones en el proyecto europeo, algo vital para su futuro y el de Europa.

La Unión Europea (UE) ha visto cómo las tasas de pobreza infantil han crecido considerablemente en los últimos años. En la actualidad, uno de cada cuatro niños y niñas está en riesgo de pobreza o exclusión social; es decir, un total de 20 millones de niños y niñas; 1,6 millones más que en 2019.

Dentro de la UE, España es el país con mayor tasa de pobreza infantil, en concreto, el 28,9 % de su población infantil y adolescente vive en riesgo de pobreza o exclusión social.

Más de 11 millones de niños, niñas y adolescentes europeos padecen algún problema relacionado con la salud mental. Los adolescentes son los más propensos a sufrir dolencias como la ansiedad o la depresión, que afectan a una quinta parte de los jóvenes de 15 a 19 años.

En cuanto a satisfacción vital, los niveles entre los jóvenes de 15 años cayeron del 74 % en 2018 al 69 % en 2022 en 22 países de la UE. En España, sin embargo, el 76 % de los chicos y chicas dicen estar satisfechos con su vida, por encima de la media europea en niveles de bienestar y satisfacción.

Casi uno de cada 20 niños, niñas y adolescentes está expuesto a altos niveles de contaminación por plaguicidas, con efectos perjudiciales para la salud y retrasos en el desarrollo. Asimismo, en 2019 se produjeron 472 muertes de niños y jóvenes en la UE (la mayor parte, menores de un año) debido a la contaminación atmosférica.

El informe destaca que uno de cada ocho niños y niñas de tan solo 12 años recibe regularmente solicitudes sexuales no deseadas online.

Las decisiones de la Unión Europea —su legislación, políticas, prácticas y financiación— tienen una enorme repercusión en la vida de los niños dentro y fuera de la UE. Por ello, debemos tener en cuenta a la infancia que vive en otros países, especialmente a los niños, niñas y adolescentes afectados por conflictos como el de Gaza, a los que sufren los efectos del cambio climático o a quienes migran y buscan refugio y asilo. Millones de niños y niñas en todo el mundo necesitan ayuda humanitaria.

Sin embargo, la última década ha sido testigo de avances significativos en el compromiso de Europa con los derechos de la infancia, ejemplificados recientemente por la adopción de la primera Estrategia de la Unión Europea sobre los Derechos de la Infancia (2022) o la Garantía Infantil Europea. Por ello, es fundamental que la UE aproveche sus recientes logros en la promoción del bienestar infantil para seguir avanzando hacia la consecución y promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes y actuar sobre los principales problemas que les afectan.