Pese a que cada vez se envían menos por correo postal, las tarjetas navideñas para felicitar la Navidad son un clásico. Siempre es agradable recibir una felicitación, que además sirve para decorar la casa o el abeto. Las ONG ponen a la venta en esta época sus postales o “christmas”, como vía de sensibilización y recaudación de fondos, que se utilizan para apoyar los proyectos en marcha. Cada ONG tiene sus propios modelos clásicos en papel, a los que se unieron hace algunos años las tarjetas electrónicas para desear unas felices fiestas a través de Internet. Para quien no tenga la tradición de enviar una postal o prefiera hacerlo de una manera original, se ofrece la posibilidad de sustituir los regalos o cestas de Navidad por donativos y comunicarlo a los destinatarios mediante una tarjeta. Toda imaginación es poca por una buena causa.
Postales clásicas en papel y electrónicas
Las postales navideñas desean unas felices fiestas, benefician a numerosas personas, difunden el mensaje de las ONG y recaudan fondos
En Navidad es tradición enviar a familiares, amigos o clientes una postal que les felicite las fiestas o el año nuevo. Por este motivo, algunas ONG aprovechan para lanzar postales solidarias. La recaudación por la venta de estas tarjetas se destina al fondo común de la organización o al proyecto que más lo necesite en ese momento, una buena causa para recuperar una costumbre muy agradecida.
Farmamundi ha sacado diseños “muy originales y exclusivos”, entre ellos, un dibujo donado por la ilustradora Marta Colomer. Como en otras ocasiones, la recaudación por la venta de estas postales se destina al fondo social de la organización “para garantizar la sostenibilidad de los proyectos humanitarios que tiene en marcha en el Sur”. En cuanto a su compra, el pedido mínimo es de 25 tarjetas o 75, en el caso de que se desee personalizarlas, adecuado para las empresas. La personalización incluye la posibilidad de insertar un logo o un mensaje directo. Incluso las postales digitales se pueden personalizar.
UNICEF, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, fue la organización pionera en este terreno. En 1947 recibió un dibujo de una niña checa, Jitka Samkova, en el que agradecía la ayuda que su país recibió de UNICEF durante la Segunda Guerra Mundial. Ese año, la organización utilizó el dibujo de la pequeña, un sol que iluminaba a un grupo de niños que bailaban, para felicitar de manera interna a sus miembros y, tan solo dos años después, en 1949, ese dibujo se convirtió en su primera tarjeta de felicitación. Desde entonces, UNICEF diseña y fabrica sus propias felicitaciones, cuyos beneficios se destinan íntegramente a financiar proyectos de desarrollo en los más de 150 países donde trabaja. La colección de UNICEF abarca diseños variados en papel y tarjetas electrónicas, incluso es posible crear una tarjeta propia.
Oxfam Intermón se une a la propuesta para que particulares y empresas feliciten la Navidad de manera solidaria con tarjetas realizadas en papel ecológico. Este año las tarjetas de Navidad están prácticamente agotadas, pero la organización dispone también de tarjetas especiales para celebraciones, que se pueden personalizar. Para Médicos Sin Fronteras, las postales son también una fuente de financiación y sensibilización. Cuenta con postales específicas para empresas, diseñadas en papel reciclado y sobres autoadhesivos.
Las tarjetas de Navidad de Survival muestran paisajes de la vida de pueblos indígenas, imágenes de cielos, renos o ilustraciones de Quentin Blake, encargado de ilustrar libros tan conocidos como ‘Matilda’, de Roald Dahl. Todas las tarjetas incluyen el mensaje “Felices Fiestas” en español, inglés, francés, alemán e italiano.
Las tarjetas electrónicas se envían a través de Internet y la recaudación se destina a proyectos de las ONG
La recaudación por la venta de las postales de Entreculturas se destinará a mejorar las condiciones de cuatro escuelas de primaria en Yambio (Sur Sudán). Las tarjetas pueden adquirirse en papel o virtuales. Estas últimas permiten la felicitación por correo electrónico y es posible elegir entre tarjetas con y sin animación.
En el ámbito del comercio justo, Setem pone a la venta tarjetas 100% ecológicas, elaboradas a mano. Tienen su origen en Bangladesh, Nepal e India. Estas tarjetas no cuentan con un fin social posterior, sino que desde el primer momento se compran a través de la modalidad de comercio justo. Setem trabaja con cooperativas de países del Sur, “a las que se paga dignamente por su trabajo”, señala.