En septiembre se celebrará la cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Allí se debatirá, entre otras cuestiones, la erradicación del hambre en el mundo, que se propone en el primero de los ODM. Se estima que más de mil millones de personas en todo el mundo sufren desnutrición y, por ello, organismos internacinales como la FAO y diversas ONG han iniciado campañas de información y sensibilización. Reclaman que se atienda a los millones de personas afectadas por la subida del precio de los alimentos y otras circunstancias que les convierten, a menudo, en los seres más vulnerables.
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La Declaración del Milenio apostó por la erradicación del hambre y en 2015 termina el plazo para cumplir esta promesa. La propia ONU ha reconocido que se cuenta con «los conocimientos y recursos» para alcanzar este objetivo y el resto de los ODM, por lo que no conseguirlo «sería un fracaso inaceptable, moral y práctico». La Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) ya ha puesto en marcha la campaña «Mil Millones de Hambrientos» y pretende que los ciudadanos se sumen a esta iniciativa para pedir que acabe el hambre en el mundo.
Manos Unidas ha iniciado también la campaña «Contra el hambre, defiende la tierra», que se centra en la defensa de la tierra y en el cuidado del medio ambiente, consciente de que «los efectos de los cambios y los desastres climáticos afectan, sobre todo, a la vida de los más pobres».
Esta entidad asegura que los ciudadanos de todo el mundo realizan un mal uso de los recursos de la Tierra, porque se explotan las fuentes de agua, los ríos y los mares de manera indiscriminada, «en beneficio de unos pocos», además de destruirse los bosques, contaminar el aire y degradar la tierra y el agua con vertidos y desechos tóxicos incontrolados. En su opinión, hay que tomar medidas porque, de lo contrario, aumentará la dificultad para conseguir alimentos, ya que «se perderán las tierras para la producción agraria y se agravarán las situaciones de pobreza y la deficiente calidad de vida».
Países más afectados
La FAO calcula que más de 1.020 millones de personas sufren desnutrición. Acción contra el Hambre (ACH) ha recordado estos días que sólo en Níger «el hambre golpea a más de siete millones y medio de personas» y la tasa de inseguridad alimentaria severa se ha triplicado en un año. La ONG afirma que las personas más vulnerables terminaron en enero las reservas de alimentos y carecen de comida debido a las malas cosechas, el incremento del precio de los alimentos o «la trashumancia por la escasez de pastos, que ha aumentado la vulnerabilidad de los hogares».
En Níger, las reservas de alimentos se acabaron en enero y en Nicaragua, en febrero
Durante este año, Acción contra el Hambre mantendrá una intervención de emergencia en el país para paliar las cifras de inseguridad alimentaria (58,2%), reforzar el sistema sanitario y reducir, en definitiva, «el impacto de la crisis en la vulnerabilidad de los hogares nigerinos». La prevención de la desnutrición y la atención nutricional a los niños menores de cinco años, especifica, es otra de las prioridades.
También en Nicaragua se agotaron en febrero «tanto las reservas de alimentos como las fuentes de trabajo temporal». Este mes ha comenzado el denominado «hambre estacional», un periodo que se augura duro para las familias. ACH ya ha advertido de que se espera un repunte de los casos de desnutrición aguda infantil. La falta de lluvias ha empobrecido las cosechas y las reservas alimenticias.
El primer paso de las familias ha sido disminuir la cantidad de alimentos en sus comidas. Algunas «llegan a consumir poco más de 200 g de maíz por persona al día», detalla ACH. Sus objetivos en el país pasan por cubrir las necesidades inmediatas de las familias más afectadas, el desarrollo de programas de mano de obra intensiva -se recurrirá a estas personas para realizar trabajos comunitarios a cambio de un sueldo-, la distribución de semillas y fertilizantes, el seguimiento nutricional de los menores de cinco años y la coordinación de los posibles fondos de ayuda.
Los pequeños son también los más afectados por la situación en Chad, donde la desnutrición aguda afecta al 26,9% de los menores de cinco años sólo en la región de Bahr el Gazhal, en Sahel. «Este porcentaje supera en mucho el umbral de alerta definido por la OMS en el 15%», precisa ACH.
Un informe de la ONU publicado a mediados de febrero no dejaba lugar a dudas: “El hambre aumenta y sigue siendo un problema mundial importante”. Destacaba los logros conseguidos en los últimos años, pero aseguraba que el número de personas que padecen hambre ha aumentado desde 1995, así como la proporción que representan en la población mundial.
Más de 120 millones de niños tienen un peso inferior al normal y 195 millones, un crecimiento retrasado
Los casos más graves se detectan en los niños. De ellos, 129 millones tienen un peso inferior al considerado normal y 195 millones de menores de cinco años tienen un crecimiento retrasado. Naciones Unidas cifra en mil millones el número de personas que pasan hambre y la cifra se duplica en el caso de quienes sufren carencia de micronutrientes.
Estos números son consecuencia de la subida del precio de los alimentos a la par que han disminuido los ingresos, lo que ha dificultado el acceso a estos. Sin embargo, afirma el informe de la ONU, “de los 117 países para los que se dispone de datos, 63 están ahora en condiciones de alcanzar la meta relativa al peso inferior al normal de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”. En 2006 eran 46 países. Los menores progresos, una vez más, se han detectado en África subsahariana.