La Fundación Taller de Solidaridad trabaja para favorecer las condiciones de vida de las personas más vulnerables en 13 países del Sur, sobre todo en Filipinas, Nicaragua, Perú y República Democrática del Congo. En estos años de dificultades para las organizaciones, en especial las de desarrollo donde los recortes llegaron más pronto, el coordinador de esta fundación, Rafael Veiga, reconoce que “una de las recompensas de trabajar en el ámbito de la cooperación es formar una comunidad con las personas de los países del Sur”. Sus 14 años al frente de este cargo en Taller de Solidaridad le han servido para tratar de hacer un mundo más justo, motivación que le llevó a hacer voluntariado en Honduras durante sus estudios de Derecho y después a trabajar en el sector. El proyecto estrella de la ONG, cuenta Veiga, fue impulsar los Talleres de Nazaret en Filipinas que en la actualidad emplean a casi 200 mujeres en el ámbito textil. Tres años después del tifón que asoló este país asiático, Taller de Solidaridad ha puesto en marcha un programa de microcréditos, además de seguir trabajando en la reconstrucción de 80 viviendas.
Somos una organización de cooperación internacional y sin ánimo de lucro que nacemos de la mano de la Congregación de las Siervas de San José en 2001, para mejorar las condiciones de vida de los colectivos más vulnerables en los países del Sur, enfocándose principalmente en mujer, infancia y familia y juventud. Uno de nuestros valores es la utopía. El compromiso y la militancia de las personas que formamos parte de Taller de Solidaridad siguen vigentes, porque queremos seguir soñando con los pies en la tierra para crear un mundo más justo y pacífico.
“Taller de Solidaridad trabaja en 13 países en cuatro continentes”
Desde nuestros inicios hemos impulsado nuestro trabajo en terreno en más de 200 proyectos en 13 países en cuatro continentes. Nuestra experiencia y las críticas circunstancias de empobrecimiento que sufren en Filipinas, Nicaragua, Perú y República Democrática del Congo han hecho que el grueso de nuestro trabajo se centre en estos países. En España tenemos presencia a través de nuestros 200 voluntarios y voluntarias en 14 ciudades, donde desarrollamos actividades de educación y sensibilización.
“Las mujeres que viven en la pobreza se ven privadas de los préstamos, la tierra y la herencia”
La feminización de la pobreza es un hecho incuestionable en el que estamos todas las organizaciones de la sociedad civil de acuerdo. La declaración de Beijing sobre la mujer y la pobreza ya expuso que “la mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con un dólar o menos al día son mujeres”. En todo el mundo, las mujeres ganan como promedio un poco más del 50% de lo que ganan los hombres. Las mujeres que viven en la pobreza a menudo se ven privadas del acceso a recursos de importancia crítica, como los préstamos, la tierra y la herencia. Además, se ven privadas de oportunidades en el acceso a la educación, donde las niñas son las últimas en ser promocionadas, y también en el ámbito sanitario. En los países del Sur sufren de forma más acentuada las mismas diferencias que se viven aquí en España: salariales, de acceso al empleo y a niveles de educación superior.
Cada persona que forma parte de Taller de Solidaridad cree firmemente que la mujer es un elemento crucial en la promoción del desarrollo. Son las más vulnerables pero, a la vez, tienen toda la potencialidad para transformarse y transformar el entorno de pobreza que las rodea. Desarrollamos varias líneas de trabajo facilitando su empoderamiento como eje transversal en los proyectos. Fomentamos su educación, dado que las mujeres representan el 70% del analfabetismo en el mundo, y también desarrollamos programas que encaminen a la mujer a crear y gestionar sus propios negocios. Además, favorecemos el acceso a los servicios de salud básicos que mejoren la calidad de vida de las personas más empobrecidas y luchamos por la promoción de los derechos humanos e igualdad en la vida social, política, económica, etc.
“Las mujeres representan el 70% del analfabetismo en el mundo”
Es una cuestión de voluntad política destinar recursos desde los gobiernos nacionales y otros organismos internacionales. De hecho, hay quienes lo hacen, como Nicaragua que lo consiguió en los años 80. El analfabetismo es un obstáculo en la calidad de vida de las personas y peor aún puede ser el caldo de cultivo de la exclusión y la violencia. La alfabetización es un derecho humano fundamental y constituye la base del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por eso, desde Taller de Solidaridad trabajamos en paralelo con los países empobrecidos desarrollando proyectos de cooperación, pero también desde España hemos organizado a lo largo de 15 años más de 120 actividades de sensibilización y educación en 14 provincias españolas a través de nuestra red de voluntarios organizados en comités. Tanto para las personas y las familias como para las sociedades, la alfabetización es un instrumento que confiere autonomía con miras a mejorar la salud, el ingreso y la relación con el mundo. Una comunidad alfabetizada es la esperanza de cambio y progreso en una sociedad justa e igualitaria.
El tifón Haiyan (Yolanda) ha sido el más destructivo en la historia de Filipinas y del mundo. Su crudeza causó en noviembre de 2013 daños catastróficos y una gran crisis humanitaria en el centro del país: 6.210 muertos, más de cuatro millones de desplazados y más de 1.700 personas desaparecidas. Después de tres años, y a pesar del importante despliegue de ayuda nacional e internacional, las necesidades de la población en las áreas damnificadas continúan siendo enormes. Hemos centrado los esfuerzos en zonas de mayor dificultad de acceso como Estancia, alejada de la isla central a 50 minutos en barca. En esta ciudad, a los destrozos ocasionados por el tifón se suman graves daños de contaminación provocados por el derrame de petróleo de un barco que naufragó en la costa.
En la situación actual de Filipinas, la mayoría de las mujeres han entrado en el mercado laboral, una tendencia que comienza en 1975. Desde una participación de 9,7 millones de mujeres en 1992, esta se incrementó hasta 12 millones en 1999. Mientras la participación económica se ha incrementado de manera significativa a lo largo de estos años, las mejoras han venido en general más por lo cuantitativo que por lo cualitativo a nivel laboral. Todavía permanecen en una clara desventaja económica con respecto al hombre. Las mujeres trabajadoras continúan haciendo frente a una seria discriminación.
“Las mujeres sufren discriminación en oportunidades y trato recibido, así como en remuneración, y, a veces, acoso sexual en el trabajo”
Discriminación en cuanto a las oportunidades y trato recibido, así como la remuneración, una gran dificultad para conciliar su vida familiar con su vida laboral; y, en algunos casos, sufren acoso sexual en el puesto de trabajo. Gran parte del incremento del empleo femenino se ha dado en las zonas urbanas y proviene de las plantas de montaje de empresas asiáticas y occidentales que buscan ventajas comparativas por lo barato de los salarios y la calidad del trabajo femenino de Filipinas. Por estos motivos, en agosto 1986 nacen los Talleres de Nazaret (TdN). Surgen como respuesta a la apremiante situación de las mujeres jóvenes viviendo en situación de pobreza y a su gran dificultad de acceso al mundo laboral. Empezaron dando trabajo como costureras a tres jóvenes mujeres y, hoy en día, tienen empleadas a más de 160.
“Filipinas es un país con una media de 20 tifones al año que hace aumentar su pobreza”
Taller de Solidaridad ha editado 2.000 ejemplares de estos cuentos solidarios como herramienta educativa para que se distribuyan de forma gratuita entre colegios, ludotecas y bibliotecas de entre 13 provincias españolas. A lo largo de este año, Taller de Solidaridad organizará lecturas, cuentacuentos y presentaciones para dar a conocer y sensibilizar sobre la realidad en Filipinas en temas como el acceso a la educación, las condiciones de desigualdad en el acceso al mercado laboral de las mujeres y el impacto que los desastres naturales tiene en la vida de la población más vulnerable. Filipinas es un país con una media de 20 tifones al año que provoca una situación de pobreza que desde la fundación se quiere combatir con la sensibilización a la ciudadanía.
Apostamos por una transformación social que ponga en tela de juicio las estructuras de poder injustas y esclavizadoras para las personas en contextos de vulnerabilidad. Por eso, el argumento base en todas nuestras comunicaciones es defender una visión desde la lucha contra la pobreza, la equidad de género, el desarrollo sostenible, el respeto a los derechos humanos y la defensa de la interculturalidad. Existen diversas formas para colaborar: entre otras, hacerse socio, formar parte de la red de voluntarios, participar algún verano en nuestra propuesta de Voluntariado Internacional de Taller en el Sur o sumarse al cambio con un gesto tan sencillo como tomarse un café virtual para favorecer el emprendimiento de 20 familias con el objetivo de que puedan recuperar sus medios de vida y ser autosuficientes tras el tifón de Filipinas en 2013.
Testimonio de una beneficiaria del proyecto Taller de Solidaridad sobre la construcción de viviendas en Filipinas tras el tifón Yolanda.
