Son un millón y medio de personas. Un grupo heterogéneo que comparte origen y el deseo de regresar a él. Cada año lo hacen unas 40.000, la mitad desde Latinoamérica. “Las mayores cifras de retorno coinciden con crisis de carácter económico y/o político en los países de origen”, señala el informe “El retorno joven. Nuevas realidades, nuevas oportunidades”. Impulsado por la Fundación Directa y el Ministerio de Trabajo e Inmigración, el estudio destaca que el 53% de la población retornada tiene menos de 35 años.
El Ministerio de Trabajo e Inmigración les ha rendido un homenaje a través de la exposición itinerante «Memoria gráfica de la emigración». Más de un siglo de idas y venidas recogidas en imágenes, desde 1890 hasta 2009, que se han recopilado ahora en un libro. El viaje, el trabajo, el asociacionismo, la vida cotidiana, los migrantes del siglo XXI y sus descendientes. Diversas etapas de un proceso complejo y, en general, difícil.
Acostumbrados a la llegada de pateras, es fácil olvidar la salida de ciudadanos españoles, en estos y en otros tiempos: quienes cruzaban el Atlántico a finales del siglo XIX y principios del XX, «niños de la guerra», estudiantes becados con Erasmus y ciudadanos «universales como Pau Gasol» que residen en el exterior.
Quiénes son
Las personas emigrantes que regresan lo hacen, en su mayoría, desde Venezuela, Argentina, México, Brasil, Uruguay, Cuba y Colombia. En estos países se concentra el mayor número de población española en el exterior. «Más que tratarse de auténticos emigrantes retornados», recuerda el citado informe, son hijos, nietos y biznietos de quienes emigraron hace años. Son jóvenes que no han nacido en España, pero que tienen la nacionalidad española.
Tienen un nivel educativo superior y una posición económica media-alta que les permite instalarse en las grandes ciudades, con mayores índices de crecimiento, como Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Estas tres comunidades concentran el 57% de los jóvenes que han retornado, frente al 6% de Canarias y Galicia, destinos preferentes para el conjunto de retornados.
Quienes retornan desde países con crisis políticas o económicas son, en mayor medida, quienes se establecen de manera definitiva en España
Cuando se piensa en emigrar con la intención de mejorar en el plano profesional, se hace de una manera definitiva. Entre quienes vienen a perfeccionar la carrera, el tiempo de permanencia que se planea está asociado a la duración de los estudios, pero normalmente se quedan, asegura el estudio. Otro factor determinante en esta decisión es la situación del país de origen: quienes retornan desde lugares con crisis políticas o económicas (Argentina, Venezuela, Colombia o Cuba) son, en mayor medida, los ciudadanos que se establecen de manera definitiva en España, mientras que las personas procedentes de países con cierta estabilidad (Chile o Panamá), «habitualmente, vienen por una temporada».
La nueva edición de la Guía del Retorno actualiza toda la información de interés para quienes quieren regresar a España. Intenta resolver las dudas y dedica un apartado especial a las prestaciones económicas. “Se pretende ayudar a los emigrantes en ese nuevo proceso de integración en su sociedad de origen”, señala el Ministerio. El objetivo es que quienes retornan “no se sientan nunca extraños en España”.
Otro instrumento destacado es la Ley 40/2006 de 14 de diciembre, del Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, aprobado en 2006 para garantizar que los ciudadanos españoles que residen en el extranjero puedan ejercer sus derechos en las mismas condiciones que quienes se encuentran en el país.
El Estatuto ampara a quienes tienen la nacionalidad española y residen fuera del territorio nacional, quienes se desplazan temporalmente al exterior o las personas que retornan a España para fijar su residencia, así como los familiares de estos (cónyuge, pareja e hijos). Todos ellos, antes de viajar a España, deben realizar varios trámites: aviso y baja consular, expedición del pasaporte y de los documentos acreditativos de la actividad laboral, abonar la franquicia y matriculación del mobiliario y automóviles que deseen traer, contar con DNI en vigor (excepto los menores de 14 años), certificado de empadronamiento y de emigrante retornado, tarjeta sanitaria, convalidación y homologación de títulos académicos y del permiso de conducir, y solicitud de prestaciones por desempleo.