Durante los tres días que durará la cumbre del G8, que ha dado comienzo hoy en la ciudad italiana de L’Aquila, fallecerán más de 75.000 niños en todo el mundo, denuncia Save the Children. La ONG insta a los líderes del G8 a implicarse para salvar las vidas de los 9,2 millones de niños que mueren cada año a causa de enfermedades fácilmente prevenibles.
Únicamente un 3% de la ayuda que los países ricos destinan al mundo en desarrollo va a sanidad materno-infantil, afirma la organización. La contribución total es de tan sólo 3.500 millones de dólares al año, la mitad de lo necesario. «Si los líderes del G8 y otros donantes no doblan esa cifra hasta alcanzar al menos 7.000 millones de dólares para 2012, no se logrará cumplir el objetivo de reducir la mortalidad infantil en dos tercios para 2015», advirtió la ONG, que estima que con las tasas de progreso actuales este objetivo no será alcanzado antes de 2045.
«Es vergonzoso que 9,2 millones de niños mueran cada año. Más de 75.000 perderán la vida durante los tres días que dura la cumbre del G8», lamenta Julio Alonso, director de comunicación de Save the Children. «Anteriores líderes del G8 han hecho promesas que, a menudo, no se han cumplido. Este año tendrán que demostrar que están comprometidos con las vidas de los niños doblando la ayuda destinada a servicios sanitarios para madres, niños y recién nacidos», señala.
Asimismo, Save the Children critica que los líderes del G8 tampoco han cumplido la promesa de otorgar 50.000 millones de dólares extra en ayuda al desarrollo para 2010, hasta sumar un total de 130.000 millones de dólares. «Las contribuciones de los miembros del G8 tienen un déficit de 20.000 millones de dólares. Si no se producen cambios, esta cifra se incrementará a 25.000 millones de dólares el año que viene», concluye.