En 2006, la tasa de mortalidad infantil bajó por primera vez de los 10 millones. Los avances en la prestación de servicios esenciales y la promoción de prácticas y comportamientos sanos consiguieron reducir una cifra escandalosa, que en 1960 duplicaba a la actual. Hay una mayor cobertura de vacunación contra el sarampión, se han producido avances para evitar la transmisión del VIH de madre a hijo y en muchos países de África subsahariana ha aumentado la lactancia lactancia materna exclusiva. Sin embargo, el “Estado Mundial de la Infancia 2008”, el informe más importante que edita cada año el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) anima a no bajar la guardia: más de 26.000 niños menores de cinco años mueren cada día en el mundo.
A pesar de que el último informe de Unicef sobre el «Estado Mundial de la Infancia» revela un descenso en la tasa de mortalidad infantil (9,7 millones en 2006), las cifras son aún dramáticas. Cada día fallecen en el mundo más de 26.000 menores de cinco años por causas evitables. Bastaría la integración de servicios esenciales para que esta cifra se redujera. Mosquiteras tratadas con insecticida, suplementos de vitamina A, lactancia materna exclusiva o inmunización son algunas de las medidas que han ayudado hasta ahora, y que pueden seguir ayudando, a prolongar la esperanza de vida de los pequeños y, en muchos casos, de sus madres.
El estudio de Unicef defiende éstas y otras estrategias para reducir el número de niños y niñas que mueren a diario. Así, subraya la necesidad de que los pequeños accedan a los tratamientos y a los medios de prevención para abordar mejor las consecuencias devastadoras de enfermedades como la neumonía, la diarrea, el paludismo, la desnutrición y el VIH/sida. El desafío, según la organización, es «garantizar que los niños y niñas tengan acceso continuo a servicios de salud con el respaldo de un sólido sistema sanitario nacional».
Mosquiteras tratadas con insecticida, suplementos de vitamina A o la lactancia materna exclusiva ayudarían a reducir la mortalidad
Para ello, habría que aumentar la inversión en sanidad. Si cada niño y cada niña recibieran un conjunto de intervenciones al mismo tiempo, se podrían producir beneficios inmediatos en su salud. Dos ejemplos son la Iniciativa Acelerada para la Supervivencia y el Desarrollo de la Infancia, que proporciona atención primaria integrada a hogares pobres de África subsahariana, y la Iniciativa relativa al Sarampión, una campaña mundial en marcha desde el año 2000 y que ha contribuido a reducir las muertes causadas por el sarampión en un 68% en todo el mundo y en un 90% en África.
África subsahariana
Por regiones, África subsahariana es la zona donde más urge aplicar estas estrategias para salvar vidas. Sólo en 2006, casi la mitad de las muertes de menores de cinco años se produjeron en esta región, donde vive una cuarta parte de los niños y niñas del mundo. En 2006, nacieron en África subsahariana el 22% de los bebés de todo el mundo y se registraron el 49% de las muertes entre menores de cinco años. Un niño nacido en África subsahariana en 2006 tiene una posibilidad entre seis de morir antes de su quinto cumpleaños.
La situación es tan crucial que Unicef, la OMS y el Banco Mundial han aumentado las intervenciones en esta zona a través de los servicios de salud de la comunidad. La fase 1 de esta ayuda se propone lograr una reducción del 30% en la mortalidad infantil y una reducción del 15% en la mortalidad materna. La fase 2 busca reducir la mortalidad infantil un 45%, aproximadamente, la mortalidad materna un 40% y las muertes neonatales un 30%. En la fase 3, los países podrán aproximarse al cumplimiento de todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, y recortar la mortalidad infantil y la mortalidad materna en más de un 60%.
Medidas adoptadas por otros países
Además de África Subsahariana, casi un centenar de países del este y sur del continente africano cuentan con iniciativas a favor de la salud de las mujeres y los niños. Una red de apoyo compuesta por madres se encarga de ayudar a otras mujeres infectadas de VIH. Juntas tratan de combatir el estigma del sida y mantenerse con vida. Se estima que unos 530.000 niños se infectaron de VIH en 2006, en su mayoría, por transmisión madre-hijo. Sin tratamiento, la mitad de estos pequeños muere antes de cumplir 2 años. La mayoría de las madres no toman antirretrovirales durante el embarazo por miedo al estigma y la poca información que tienen a su alcance.
En otros países como India, en el año 2000 la muerte de recién nacidos -primeros 28 días de vida- suponía dos tercios de la mortalidad infantil del país y alrededor del 45% de la mortalidad en menores de 5 años. Fue entonces cuando se adaptó la estrategia de la dirección integrada para enfermedades infantiles (IMCI), que se centra en el cuidado de neonatales. Se reforzó la infraestructura del sistema sanitario, se aumentaron las aptitudes de los trabajadores y se promovió la participación de la comunidad, con visitas a domicilio y seguimiento para los recién nacidos. Según datos de Unicef, el coste adicional por la introducción de estos cuidados es de 0.10 dólares americanos por niño.
Imagen: Unicef
En México, entre 1985 y 2005, se implantó el programa de incentivos económicos PROGRESA, que daba recompensas financieras a las familias más pobres del país que llevaban a sus hijos regularmente a ambulatorios con servicios de salud y nutrición. Además, en 2001, el Ministerio de Sanidad lanzó el programa «Arranque Parejo en la Vida» para proporcionar atención continuada a madres, neonatales e infancia en general.
Muchas mujeres africanas infectadas de VIH no toman antirretrovirales durante el embarazo por miedo al estigma y la poca información a su alcance
Por su parte, en la región de Borgo, en Benín, se introdujo en 1997 el programa de «Acciones Esenciales de Nutrición» para que los menores de 6 meses tuvieran un periodo de lactancia exclusiva. Hasta ese año, sólo el 14% de los bebés menores de 4 meses eran amamantados, frente a la situación actual, en la que los pequeños reciben alimentación complementaria y suplementos de vitamina A, mientras que las mujeres embarazadas son tratadas con hierro y ácido fólico.
Imagen: Unicef
Las cifras hablan por si solas. Todos los parámetros que describen la situación infantil en el mundo están cuantificados, ponen número a una realidad que logra avances cada día, pero que necesita incrementar los logros. Todavía:
- Más del 80% de las muertes de niños menores de cinco años en 2006 ocurrió en África y el Sur de Asia.
- Es previsible que Oriente Medio, el Sur de Asia y el continente africano no cumplan el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio para 2015 -la reducción de dos tercios de la mortalidad infantil de menores de cinco años-, pero de los 191 países con datos disponibles, 129 países están en condiciones de cumplirlo.
- Desde 1990, 61 países han reducido sus índices de mortalidad infantil por lo menos un 50%.
- De los 46 países del África subsahariana, sólo tres podrían cumplir este Objetivo: Cabo Verde, Eritrea y Seychelles.
- Casi un tercio de los 50 países menos desarrollados han reducido sus tasas de mortalidad infantil un 40% o más desde el año 1990. En otros siete países (Bangladesh, Bután, Bolivia, Eritrea, Laos, Timor Este y Nepal) esta tasa se ha reducido un 50% o más.
- Más de 500.000 mujeres mueren cada año durante el parto o consecuencia de él.
- En los países en vías de desarrollo, un cuarto de las mujeres embarazadas no reciben una sola visita de cuidado neonatal por parte de un profesional de la salud.
- Las principales causas de mortalidad de los niños de menos de 5 años son neonatales (36%), neumonía (19%), diarrea (17%), malaria (8%), sarampión (4%) y sida (3%).
- El país en vías de desarrollo con la tasa de mortalidad infantil más alta es Sierra Leona (270 muertes por cada 1.000 nacimientos). Siria es el país con la tasa más baja (14 muertes por cada 1.000 nacimientos). Por su parte. Níger tiene la tasa más alta de mortalidad materna (1 de cada 7 mujeres tiene riesgo de morir durante el embarazo o el parto) y Jordania la más baja (1 de cada 450 tiene riesgo).