Encontrar facilidades en el acceso al ocio y la cultura es una reclamación histórica de las personas con discapacidad. Museos, cines o teatros son algunos de los edificios que han mejorado en accesibilidad, pero el camino aún es largo. En el caso de las personas invidentes o con deficiencia visual, la principal barrera es superar las limitaciones de la falta de visión. De ello se ocupa el sistema de audiodescripción, que detalla lo que ocurre en una escena a través de la voz de un locutor. La ONCE cuenta con dos equipos móviles para atender las peticiones de las salas de todo el país, pero apenas media docena de teatros tienen instalado el sistema de forma fija y, sólo uno de ellos, cuenta con programación específica para niños y niñas.
Sistema de audiodescripción
El sistema de audiodescripción facilita el acceso a la cultura de las personas ciegas o con deficiencia visual. El teatro, el cine o el vídeo son las manifestaciones culturales que mejor se adaptan a él. La esencia de este sistema es compensar la falta de percepción de imágenes con descripciones sonoras complementarias.
Imagen: Jackie
En concreto, se explican los gestos de los personajes, los trajes que llevan, su situación en el escenario o los paisajes que enmarcan la trama. Una información, a juicio de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), «imprescindible para poder comprender y disfrutar de una obra de teatro, de una película de cine, de un vídeo didáctico o de una serie de dibujos animados en la televisión».
En el teatro, las ventajas de la audiodescripción son evidentes para todas las personas ciegas o deficientes visuales. Les permite acceder a las representaciones de manera independiente, sin necesidad de tener al lado a otra persona que les explique continuamente lo que ocurre sobre el escenario. Además, en el caso de los niños y niñas, favorece su integración y les ayuda a disfrutar desde la infancia de este arte. Algo que no siempre es fácil.
Desde una cabina insonorizada, un locutor emite en directo lo que ocurre sobre el escenario y esta información llega a los pequeños a través de un auricular
Hasta el momento, el Teatro San Pol en Madrid es el único que ofrece representaciones infantiles con audiodescripción. Para ello, tiene instalado el Sistema Audiodesc. Mediante este sistema un locutor emite en directo, desde una cabina insonorizada, todo lo que ocurre en el escenario. Esa información llega a través de un equipo inalámbrico a los menores, que cuentan con un pequeño receptor portátil y un auricular ultraliviano que se colocan en una de las orejas, dejando la otra libre para escuchar el sonido directo del escenario.
«Desde 1999, en colaboración con la ONCE -explican desde San Pol-, hemos adaptado la práctica totalidad de los montajes de producción propia programados en temporada». La aparición en el mercado de nuevos soportes como el dvd ha abierto «grandes expectativas» para grupos con problemas sensoriales, según la ONCE, pero la posibilidad de acceder a una representación teatral en directo es un avance aún mayor.
Buenas prácticas
Con el objetivo de impulsar el Sistema Audiodesc, la ONCE ha colaborado con la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) en la publicación de la Norma UNE 153020:2005 «Audiodescripción para personas con discapacidad visual. Requisitos para la audiodescripción y la elaboración de audioguías». En ella se establecen los requisitos de calidad para la audiodescripción que deben tener en cuenta todas aquellas instituciones, empresas y profesionales que trabajen en la elaboración de producciones audiodescritas.
El guión tiene que ser coherente para que la información se adecue al tipo de obra y a las necesidades del público al que se dirige
Su aplicación abarca tanto a las producciones emitidas por televisión y grabadas en cualquier soporte, como a los espectáculos en directo (teatro, musical…) y a las audioguías adaptadas que se ofrecen en algunos monumentos, museos, exposiciones, entornos naturales y espacios temáticos. «También será referencia ineludible para la formación de guionistas de audiodescripción», añade la ONCE.
La labor de un guionista especializado comienza con el estudio de la obra que desea describir. A partir de ahí, confecciona un guión con las informaciones sonoras que tendrá que emitir el locutor de forma simultánea a la acción. Estos «bocadillos de información» se sitúan en el lugar exacto del libreto donde debe incluirse el comentario.
La norma UNE 153.020 resume en seis principios el código de buenas prácticas para la realización de guiones y producción de audiodescripción.
- Análisis de la obra para comprobar la existencia de «huecos de mensaje» donde introducir información sonora.
- Confección de un guión coherente para que la información se adecue al tipo de obra y a las necesidades del público al que se dirige.
- Revisión y corrección del guión por una persona distinta del descriptor.
- Locución en presencia de la imagen que se describe, con una voz clara y un tono adecuado a la obra.
- Montaje que equipare los volúmenes, efectos de ambiente y ecualizaciones con la banda sonora original.
- Revisión de la grabación para comprobar que se cumplen los requisitos anteriores.
La Sala San Pol es la única que cuenta con la adaptación de obras infantiles al Sistema Audiodesc. No obstante, dos equipos móviles -uno en Cataluña y otro en Madrid- atienden peticiones de salas de todo el país y los siguientes teatros ofrecen representaciones adaptadas para público invidente o con deficiencia visual en general:
- Teatro San Pol (Madrid) 915 419 089
- Teatro María Guerrero (Madrid) 913 102 949
- Teatro La Abadía (Madrid) 914 481 181
- Gran Teatro Falla (Cádiz) 956 220 894
- Teatro Calderón (Valladolid) 983 426 444
- Teatro Liceo (Salamanca) 923 281 716