Una parte importante del «éxito» de la iniciativa «Un ordenador para cada niño» se basa en la «claridad» de sus objetivos, que son contribuir a la educación de los menores y a la disminución de la pobreza, aseguró ayer en Bilbao el ingeniero estadounidense e impulsor de la fundación One Laptop Per Child (OLPC), Nicholas Negroponte, que impartió la conferencia de apertura de la Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el País Vasco.
OLPC está produciendo ordenadores portátiles de bajo coste, con un precio menor de 200 euros, y los está distribuyendo en países en vías de desarrollo con el objetivo de «disminuir la brecha digital» e impulsar «el uso de la informática e Internet» en esas zonas del planeta, detalló Negroponte. Su fundación ha distribuido hasta este momento 750.000 ordenadores portátiles y para finales de diciembre espera alcanzar el millón de unidades.
Asimismo, el investigador se refirió a otra de las iniciativas que está desarrollando OLPC, que es el lanzamiento a finales de 2010 de un nuevo dispositivo que incluirá las funciones de libro electrónico y ordenador portátil.