¿Qué es la apatridia?
La apatridia supone el no reconocimiento de nacionalidad de una persona por parte del Estado donde reside o ha nacido: una situación que la priva de derechos y afecta negativamente a su vida. Así, una persona apátrida no tiene garantizado su derecho a la escolarización, al acceso a un empleo o a la sanidad y, en ocasiones, ni siquiera puede casarse o abrir una cuenta en el banco. Esto supone un grave riesgo de exclusión social para todas ellas.
Las personas apátridas pueden encontrarse en esta situación por diversos motivos: no haber sido registradas al nacer —aunque hayan vivido en ese país durante toda su vida y durante generaciones— o que el Estado no quiera reconocer a un determinado grupo, pero también pueden llegar a la apatridia quienes han tenido que huir de su país.
En la actualidad, las personas apátridas están presentes en todo el planeta. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con una población estimada de más de 200.000 personas apátridas, aunque la mayoría se encuentran en países en los que la transmisión de la nacionalidad por parte de la madre a sus hijos está vetada.
Avances para acabar con la apatridia
La Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 son los principales textos legislativos que abordan esta cuestión.
Desde el año 2022, se han registrado grandes mejoras en el ámbito jurídico. Así, 13 países han progresado en sus leyes y políticas para combatir esta lacra.
Es el caso de Liberia, que ha igualado las condiciones de género para que las mujeres puedan pasar su nacionalidad a sus hijos, de igual forma que hacían los hombres. No obstante, se tiene constancia de que, a finales de 2022, aún hay 24 países que no conceden este derecho a las mujeres.
También ha mejorado la situación en Kirguistán, donde una nueva ley, que entró en vigor el pasado 24 de junio, garantiza la nacionalidad de todas las niñas y niños nacidos en el país, independientemente de la situación de apatridia de sus progenitores. Según el Gobierno kirguís, que ya destacó en 2019 por regularizar la situación de 13.000 personas apátridas, al menos 5.000 familias se verán favorecidas por esta nueva ley. De los 10 millones de personas apátridas que hay en el mundo, se estima que un tercio son niñas y niños.
Qué hace ACNUR para combatir la apatridia
ACNUR se esfuerza por erradicar la apatridia en todo el mundo. Para ello, centra su trabajo en cuatro áreas principales:
- Identificación. Un certificado de nacimiento es una evidencia de pertenencia a un país y de tener lazos familiares, algo esencial para determinar la nacionalidad. ACNUR apoya a los gobiernos en actividades como los censos de población para que las personas apátridas, que carecen de estos certificados, puedan acceder a ellos. Para recopilar información estadística básica, ACNUR entrevista directamente a las personas afectadas, para conocer sus necesidades y realizar recomendaciones a los Estados.
- Prevención. ACNUR asesora legalmente a los gobiernos para garantizar que sus leyes cumplan con las normas internacionales de derechos humanos y para reducir la apatridia, velando también por proteger a la infancia de esta situación.
- Reducción. Para disminuir el número de casos, ACNUR insta a los países a modificar sus leyes y permitir, así, regularizar a esta parte de su población, es decir, concederles su nacionalidad.
- Protección. Con objeto de garantizar los derechos de las personas apátridas, protegiéndolas de ser detenidas, de la trata o la violencia por el simple hecho de no tener nacionalidad, ACNUR ofrece asistencia técnica y promueve que los Estados se adhieran a la Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas.
ACNUR busca acabar con la apatridia para el año 2024. Para ello, ha puesto en marcha la campaña #IBelong (Yo Pertenezco) e invita a la sociedad civil a sumarse a ella mediante la firma de una carta abierta. De este modo, sus firmantes pueden formar parte de su fin y permitir que las personas puedan tener una nacionalidad y, por tanto, sus derechos básicos cubiertos, como el de la educación.