La propuesta del eurodiputado francés Alain Lamassoure de cobrar un impuesto por correo electrónico enviado se debió a un «error». Así lo dijo ayer un colaborador de Lamassoure, quien además aclaró que el impuesto de 1,5 céntimos de euro por cada mensaje SMS afectaría teóricamente a las operadoras y no al consumidor.
Según esta fuente, durante una reunión con parlamentarios nacionales el pasado 9 de mayo en Bruselas, Lamassoure, eurodiputado del partido francés UMP, propuso que las compañías de telefonía móvil destinaran 1,5 de los cerca de 15 céntimos de euro que cobran por el envío de cada SMS a las arcas europeas, sin que ello repercutiera en la factura final del cliente.
Por «error», según la misma fuente, el eurodiputado mencionó también a los correos electrónicos entre los productos que serían gravados, lo que originó cierto revuelo entre los internautas y las asociaciones de consumidores.
Desde la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) denuncian que estas fórmulas «no son admisibles» al volver a hacer hincapié en el pequeño consumidor como responsable de sufragar nuevos impuestos. A su juicio, esta medida «podría abrir la fractura informática» desanimando a posibles nuevos usuarios a acercarse a las nuevas tecnologías.
En cualquier caso, la idea de Lamassoure no ha sido formalmente planteada ante el Parlamento Europeo. El eurodiputado debe presentar su borrador del informe sobre el futuro régimen de financiación comunitaria el próximo otoño y aún no ha decidido qué propuestas concretas incluirá en él.