El proyecto impulsado por la Comisión Europea para regular el acceso a las redes de nueva generación de Internet, que permiten una velocidad de descarga de más de 80 megas por segundo, está siendo objeto de una consulta pública. Así, el Ejecutivo comunitario, que elabora una recomendación que espera presentar de forma oficial a finales de año, anima a las partes interesadas a que envíen sus comentarios hasta el próximo 24 de julio.
La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, destacó en un comunicado que esta recomendación pretende ser una «guía» que proporcione «certidumbre legal» a las autoridades nacionales de regulación de las telecomunicaciones a la hora de tomar sus decisiones. Bruselas recordó que una consulta pública preliminar llevada a cabo en el último trimestre de 2008 demostró un «apoyo general» a su objetivo de lograr una legislación común europea para este nuevo tipo de redes, a fin de «impulsar una inversión oportuna», a la vez que se mantiene la competitividad del mercado.
El Ejecutivo comunitario pretende impulsar estas nuevas conexiones, en especial en áreas menos pobladas, sin que operadores tradicionales como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telekom, con más capacidad para invertir que otras empresas, vuelvan a constituir monopolios. Con la definición de un marco regulador común, se favorecerá la igualdad de trato de los operadores en toda la Unión Europea (UE) y se asegurará a los inversores un entorno reglamentario estable, señaló la Comisión.
El borrador de la propuesta incluye mecanismos para repartir los riesgos de inversión entre las empresas que pongan el dinero para desplegar las redes y las compañías que buscan acceso a las mismas.
Las nuevas redes de fibra óptica, que permiten tasas de transmisión varias veces superiores a las de las líneas de cobre clásicas, son necesarias para transmitir contenidos de alta definición. Los datos facilitados por Bruselas reflejan que en la UE hay 229 millones de líneas de cobre frente a algo más de un millón de conexiones de fibra óptica, pero los analistas prevén un crecimiento de la inversión de 20.000 millones de euros en redes de próxima generación de aquí a 2011.