La Comisión Europea anunció ayer que proporcionará dinero para impulsar el acceso a Internet a gran velocidad en las áreas menos desarrolladas del continente, con el objetivo de ayudar a establecer nuevos negocios y crear empleo. A finales de 2005, el 13% de los habitantes de la UE -un tercio de los hogares- usaba banda ancha, una herramienta clave, según el Ejecutivo comunitario, para ayudar al establecimiento y crecimiento de firmas más pequeñas.
Pero hasta ahora este tipo de acceso sólo ha llegado con fuerza a las ciudades, dijo la Comisión. Por ello, busca combinar instrumentos de sus departamentos de Competencia, Sociedad de la Información, Región y Agricultura para que todos los europeos tengan acceso a la Red a gran velocidad.
La rapidez de la banda ancha es menor a menudo en el campo, lo que hace difícil manejar grandes volúmenes de datos para gestionar un negocio o un gobierno local, según la Comisión. «En tales casos, la ayuda estatal puede ser apropiada», dijo la comisaria de Competencia, Neelie Kroes.
Bruselas aprobó varios proyectos de banda ancha el año pasado que recibieron ayuda estatal en el Reino Unido, España, Austria e Irlanda. «Pero tenemos que asegurarnos de que esta ayuda deja espacio a la privada; que no distorsiona la competencia a un extremo contrario al interés común», apuntó Kroes.
Por su parte, la comisaria de Agricultura, Marianne Fischer Boel, instó a los países miembros a contemplar el potencial de la banda ancha en sus estrategias de desarrollo rural.