Tres reglas de oro para el uso seguro de chatbots
Los usuarios deben ser conscientes de los riesgos asociados a los chatbots, tener cuidado con la información que proporcionan y estar atentos a cualquier signo de comportamiento sospechoso y denunciarlo.
- 1. Privacidad. Hay que tener cuidado con la información que les proporcionas. No des información personal o confidencial.
- 2. Espíritu crítico. Sé consciente de los sesgos potenciales, ya que pueden reflejar los que estaban presentes en los datos con los que se han entrenado. Por eso, hay que verificar todas las respuestas.
- 3. Reportar y denunciar. Denuncia cualquier comportamiento sospechoso de la herramienta a los desarrolladores que la han creado, a tu proveedor de servicios de Internet o a las autoridades competentes en materia de ciberseguridad.
Qué tener en cuenta antes de hablar con un chatbot
Las capacidades que les otorga la inteligencia artificial hace que se haya abierto un nuevo debate ético y legal sobre los chatbots, presentando una serie de desafíos y consideraciones para los desarrolladores que los crean, los usuarios que los utilizan y los reguladores que tienen que velar por su uso responsable:
🤖 Desinformación
No están exentos de la posibilidad de generar información no precisa y, de hecho, si se entrenan con datos inadecuados pueden ser utilizados para difundir información falsa o engañosa. Esto puede ser especialmente problemático en el contexto de noticias o información política.
🤖 Prejuicios
Un chatbot pueden reflejar los prejuicios de los datos con los que se han entrenado. Esto puede llevar a que generen respuestas discriminatorias dado que si, por ejemplo, ha sido entrenado con datos que contiene sesgos de género o raza, podría ser más propenso a generar respuestas sexistas o racistas.
🤖 Acoso
El uso que se hace de ellos puede hacerlos armas para acosar o intimidar a los usuarios. Por ejemplo, podrían ser utilizado para enviar mensajes de odio o para generar contenido sexualmente explícito.
🤖 Recopilación de datos personales
Los chatbots pueden recopilar datos personales de los usuarios. Estos datos pueden ser utilizados para fines no autorizados, como el marketing o la vigilancia o estar expuestos a ataques externos.