Emotiv Systems, una firma australiana, ha desarrollado un casco de nombre EPOC que contiene un dispositivo capaz de leer los impulsos eléctricos cerebrales y transformarlos en movimientos del cursor. Ya han adelantado que costará 299 dólares (unos 200 euros), aunque aún se desconoce si Emotiv lo distribuirá en solitario o en cooperación con alguna consola para videojuegos.
EPOC es capaz también de detectar más de una treintena de expresiones faciales y emociones del usuario; el resultado es que el jugador puede realizar acciones básicas como mover o hacer desaparecer objetos en la pantalla sólo con imaginar hacerlo. Además, puede analizar el estado de ánimo del usuario y, por ejemplo, aumentar la dificultad del juego si detecta que está aburrido.
«Va a cambiar la cara de los juegos electrónicos haciendo posible que sean controlados e influenciados por la mente del jugador», asegura Tan Le, presidenta y cofundadora de Emotiv. «Cuando las neuronas interactúan, se emite un impulso eléctrico que puede ser observado usando electroencefalografía no intrusiva; EPOC usa esta tecnología para medir las señales», explicó Le.
Hasta 16 sensores
Los que han tenido la oportunidad de probar el casco afirman que cuesta un poco hacerse a él. El usuario debe ajustar hasta 16 sensores y es algo complicado acostumbrarse al funcionamiento, pero una vez logrado el aparato es muy intuitivo. El casco llegará a las tiendas de Estados Unidos a finales de este año y, según sus creadores, revolucionará el sector de los videojuegos.
Pero los usos de EPOC podrían ir mucho más allá. «Consideraremos también en el futuro las oportunidades que ofrece al sector médico», dijo Le. Entre otras aplicaciones potenciales citó «televisión interactiva, el diseño de accesibilidad, la investigación de mercados o la seguridad». Emotiv ha firmado además un acuerdo con el fabricante de ordenadores IBM para explorar el potencial de esta nueva tecnología.