Con el objetivo de que las personas con alguna discapacidad y de edad avanzada no encuentren dificultades para moverse por Internet y, así, aumentar el acceso, el Consorcio World Wide Web (W3C), dedicado a crear estándares para el desarrollo de la Red, ha elaborado un nuevo estándar WCAG (Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web) enfocado a hacer más sencilla la navegación.
Las WCAG, correspondientes en esta ocasión a la versión 2.0, fijan las «normas» para el diseño de los portales y sitios de la Red. Estas pautas constituyen uno de los tres conjuntos de normas de accesibilidad creadas por la Iniciativa de Accesibilidad Web (WAI) del W3C. Las WCAG 2.0 proporcionan «una base estable para la accesibilidad del contenido y las aplicaciones web», según el W3C. Los documentos complementarios permiten que las WCAG 2.0 se puedan usar de forma «flexible» en la amplia gama de tecnologías y entornos web que existen hoy en día en Internet. «Las WCAG 2.0 son más fáciles de utilizar que las WCAG 1.0 y pueden comprobarse de forma más precisa, usando una combinación de comprobaciones automáticas y evaluaciones por parte de las personas», asegura el W3C en su página web.
«Las WCAG 2.0 se han desarrollado con una gran aportación por parte de la comunidad», afirmó el co-presidente del Grupo de Trabajo de WCAG, Gregg Vanderheiden, en abril cuando se presentaron formalmente las nuevas pautas. «Hemos trabajado muy duro, publicando 12 borradores de trabajo y abordando más de 3.000 comentarios para asegurar que las WCAG 2.0 satisfagan la necesidad de un estándar internacional actualizado que permita un consenso entre las pautas de accesibilidad web nacionales y locales», apuntó.
El principal cometido es hacer más sencilla la navegación on line a discapacitados y personas mayores. Las WCAG 2.0 hacen más llamativo y explicativo el contenido mediante textos descriptivos para las imágenes, sonidos para captar la atención y mayores contrastes de colores. También hacen más operativas las páginas, permitiendo una navegación cómoda mediante el teclado. Asimismo, se prevé que Internet será más comprensible, haciendo el contenido más fácil de leer y la introducción de datos más lógica. Por último, se ha trabajado en que las páginas sean más robustas, con contenidos y aplicaciones compatibles con navegadores especialmente diseñados para personas con discapacidad.