Los ordenadores españoles sufrieron en 2002 un 25% menos de ataques de virus informáticos que el año pasado. El resumen anual del Centro de Alerta Temprana Antivirus (CAT) del Ministerio de Ciencia y Tecnología refleja este descenso, achacable, según los expertos, a que los mecanismos de seguridad informática «han calado en los internautas españoles».
También ha resultado decisiva la diferencia horaria entre España y los lugares de procedencia de buena parte de los virus informáticos más dañinos, asiáticos la mayoría. Desde el célebre ‘I love you’, la mayor parte de los nuevos virus aparecían al comienzo de la jornada laboral en Asia.
Esto ha proporcionado una horas de reacción «vitales», de modo que la incidencia de correos electrónicos infectados en España no ha pasado del 2’8%. Los virus más difundidos del año que termina fueron Klez, Yaha Bugbear y Winevar , aunque las herramientas de protección funcionaron «de manera rápida y eficaz».
En su balance, Red.es, el ente oficial que gestiona la página del Centro Antivirus, subraya además que esta mejora tuvo lugar a pesar del espectacular incremento del número de correos electrónicos intercambiados desde los ordenadores españoles, que se ha cuadruplicado en los últimos doce meses, pasando de los 2’9 millones de mensajes de noviembre de 2001, a los 11’8 millones de este años
Durante 2002, la página de Centro, www.alerta-antivirus.es recibió también el doble de visitas que en el ejercicio anterior para consultar las novedades en materia de seguridad. Casi un 60% de las consultas procedieron de España; el resto, de Iberoamérica o de direcciones genéricas (las ‘punto com’).
Al mismo tiempo, el número de suscriptores a los servicios de los informes diarios del CAT y alertas por e-mail ha crecido desde diciembre pasado un 33%, lo que demuestra -asegura el Centro- «que los españoles son cada vez más conscientes de que la seguridad informática depende de la actitud preactiva del usuario».
Dependiente de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, el CAT antivirus cuenta con la colaboración de numerosas universidades públicas y privadas españolas, de las cadenas estatales y autonómicas de televisión, y de un buen número de empresas de nuevas tecnologías y de la comunicación