La decisión de Telefónica de España de implantar un «proxy-caché» en la Red IP no ha sido vista con buenos ojos por numerosas plataformas de usuarios de Internet. Así, la Asociación de Internautas (AI) y la Plataforma Internauta creen que la implantación de este dispositivo puede llegar a generar más de un problema.
Para comprender las quejas de estas asociaciones, es preciso conocer qué es y cómo funciona un «proxy». En el mundo de Internet, el término «proxy» se refiere a un servidor al que se conecta un elevado número de usuarios para solicitar, a través de él, los contenidos de la red de redes.
Existen dos tipos de «proxies». Por una parte están los explícitos, en los que los cibernautas tienen que configurar su navegador para poder hacer las peticiones al servidor «proxy». Los del segundo grupo se llaman transparentes. Con ellos, el usuario no tiene que realizar ningún tipo de configuración en su navegador. El «proxy» solicita contenidos a los servidores de origen en representación de los usuarios finales y previa solicitud de éstos.
En un «proxy-caché», el servidor «proxy» almacena copias locales de los contenidos solicitados para su reutilización en visitas posteriores a las mismas páginas. Incrementa así las ventajas de cara a los usuarios y los prestadores de servicios de Internet optimizando los tiempos de respuesta a la hora de servir las páginas web.
«La funcionalidad proxy-caché aporta mayor rapidez en la descarga de páginas web, así como mayor seguridad y anonimato, además de ofrecer una descongestión de los accesos al servidor web», asegura el asesor de Telecomunicaciones de Telefónica en un correo electrónico enviado a los usuarios de las líneas ADSL de la compañía.
Estas explicaciones no han parecido satisfacer a la Asociación de Internautas. «A falta de confirmación oficial a este respecto, creemos que se está usando Traffic Server. Este software ha generado una notable polémica entre los usuarios de ComCast (proveedor norteamericano que también lo utiliza), debido a que está ocasionando múltiples problemas en su implementación, lo que se traduce, entre otras complicaciones, en reducciones de 50% de la velocidad de navegación».
La AI también ha trasladado a Telefónica sus quejas. La plataforma ha propuesto «que se ofrezca a los cibernautas la posibilidad de elegir si desean utilizar el proxy-transparente». También quiere una reducción de tarifas para quienes se decidan a usarlo, ya que ello supone «un sustancial ahorro de costes» para la operadora.
La incorporación de este «proxy-caché» puede perjudicar, además, a las web visitadas, según los expertos. La razón para que así ocurra es sencilla. «Puede que este sistema obtenga una copia diaria de una página y posteriormente suministre esa información a todos sus clientes, hasta completar otro ciclo de veinticuatro horas», afirma el especialista en Internet Antonio Caravantes. «Esta circunstancia -añade- supone que todos los cibernautas que consulten la misma página web alojada en el «proxy» tan sólo registrarán una visita en el contador».