España sigue rezagada en el desarrollo de la Sociedad de la Información. Así se desprende de la cuarta edición del informe que la Fundación AUNA ha realizado sobre este tema y que sitúa a nuestro país en el puesto número 17 de entre los 25 miembros de la Unión Europea (UE), por debajo incluso de países recién incorporados como Estonia, Malta o Eslovenia.
«Cada vez son más los países conscientes de que el futuro depende de la Sociedad de la Información. Por eso es trascendental que España busque y encuentre su propio modelo de desarrollo», aseguró ayer Andrés Font, director de Análisis y Prospectiva de la Fundación AUNA.
Las conclusiones del informe «eEspaña 2004» se han elaborado tras analizar 698 páginas web de administraciones públicas correspondientes a 316 ayuntamientos, las de las 17 comunidades autónomas y otros 37 organismos e instituciones del Estado; además de las correspondientes a 70 universidades públicas y privadas, 49 campus virtuales, 34 portales de salud, 20 asociaciones médicas, 64 hospitales, 67 bancos y cajas de ahorros, y hasta las de los 20 clubes de fútbol de Primera División.
La primera conclusión es pesimista. España se sitúa en la parte baja del baremo de los 25 países miembros de la Unión en cuanto a desarrollo general de la Sociedad de la Información, concretamente en el puesto 17. El grupo de vanguardia está liderado por Finlandia, Dinamarca y Suecia.
En el último cuatrimestre del año 2003, el número de internautas españoles ascendía a 9.789.000, con un continuo avance en la mayor parte de las comunidades. La tasa de penetración de Internet era del 27% entre la población española, un porcentaje que ascendía al 35% entre los hogares.
Telefonía móvil
El teléfono móvil sigue siendo el equipamiento tecnológico con mayor aceptación entre la población. Alcanza los 33,47 millones de abonados en España, con una tasa de penetración que supera el 80% de la población, situándose por encima de la media de la UE. Este incremento se debe fundamentalmente al uso entre los más jóvenes.
Otro aspecto que muestra una mejoría con respecto a otros años son las transacciones registradas en el comercio electrónico en España y dirigidas al mercado final de consumo (B2B), que en 2003 alcanzaron los 143,6 millones de euros.