España ocupa el tercer puesto en la Unión Europea (UE) en cuanto a líneas GigADSL, modalidad que Telefónica ofrece a nivel mayorista a los operadores cuya red no llega hasta la central de la que depende el usuario. En total, dispone de 800.000, un número de líneas 250 veces superior al de Suecia, diez al de Finlandia y ocho al de Holanda, que son los líderes en el desarrollo de la banda ancha en Europa.
Este dato aparece recogido en el estudio «La Sociedad de la Información desde la perspectiva de los clientes: una mirada internacional», elaborado por la Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (ADECES). Este trabajo revela que nuestro país tiene un problema de penetración de la banda ancha, pero no de competencia, como ha querido hacer ver la Comisión Europea con la reciente multa a Telefónica.
En penetración del cable, España (23%) presenta un mejor porcentaje que Alemania (3%), Francia e Italia (6%) y Luxemburgo (11%); y se mueve en niveles próximos a los del Reino Unido (28%) e Irlanda (24%).
El estudio de ADECES indica que los problemas para el desarrollo de la banda ancha en España comienzan cuando se compara el porcentaje de ordenadores. En este ratio, nuestro país está a tres puntos de la media de la UE-15.
Las razones que alegan los usuarios para no disponer de Internet son la falta de familiaridad con la tecnología (37%, seis puntos por encima de la media comunitaria) y el precio (13%, cuatro puntos menos que la media de la Unión). La ausencia de conexión alcanza los mismos niveles, el 41%. Por otro lado, se observa que la brecha digital se acrecienta respecto a Europa en las zonas rurales. Para paliarla se aboga por emplear los mecanismos previstos legalmente como el Fondo para la Financiación del Servicio Universal.