El presidente de Estados Unidos, George Bush, ha firmado el primer proyecto de ley anti-spam, por el que se considera ilegal el envío de algunos correos electrónicos no deseados y a través del cual se han fijado penas de cárcel y multas multimillonarias para los que incumplan esta ley.
Diversas organizaciones han conseguido con la firma de Bush finalizar seis años de lucha para reprimir la ofertas comerciales no solicitadas que colapsan el sistema de correo electrónico. Los expertos dicen que los efectos no se notarán de inmediato, es decir, que la ley no detendrá inmediatamente el torrente de e-mails no deseados.
Esta nueva ley no niega a las empresas su derecho a mandar e-mails comerciales, pueden hacerlo siempre que se identifiquen claramente y el usuario esté de acuerdo en recibir esa propaganda.
«Esto ayudará a dirigir los problemas asociados con el rápido crecimiento y abuso del spam estableciendo un armazón de tecnología, Administración, instrumentos civiles y criminales y suministrando a los consumidores las opciones de reducir los e-mails no deseados», afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Como novedades la nueva ley prohíbe los mensajes comerciales a móviles (SMS) a no ser que el usuario lo solicite y exige que los mails pornográficos sean claramente etiquetados.