El proveedor que ganó la mayoría de los concursos públicos para ofrecer acceso «wifi» a Internet en varias ciudades estadounidenses anunció la pasada semana que está buscando «alternativas estratégicas» para su negocio de conexión municipal. La firma, llamada EarthLink, afronta además problemas técnicos y una reestructuración interna que le obligó el pasado agosto a prescindir de 900 empleos, alrededor de la mitad de su plantilla. Todo ello podría suponer el fracaso de este proyecto, paralizado en la mayor parte de los casos.
Así, el proyecto de «wifi» gratuito en Filadelfia, una ciudad de 1,4 millones de habitantes con la que la firma había firmado un contrato por 10 años, podría quedar suspendido. La red «wifi» en esta localidad tiene una extensión de unos 350 kilómetros cuadrados y está finalizada en un 75%, pero los usuarios tienen problemas para conectarse y no está claro quién la dirigiría tras la salida de EarthLink.
Asimismo, la compañía ha abandonado los proyectos de «wifi» gratuito en San Francisco (750.000 habitantes) y está sopesando hacer lo mismo en Houston (2,1 millones), donde ya ha tenido que pagar una penalización por retrasos. Por su parte, Chicago y Cincinnati han decidido paralizar sus planes para ofrecer conexión gratuita a Internet a sus ciudadanos.
Al parecer, EarthLink fue demasiado generosa con los municipios en los términos de los contratos y se encontró después con un mercado mucho más complicado de lo que parecía inicialmente, según la opinión de los expertos. «Es un mercado fragmentado y tienes que tratar con clientes y administraciones que se mueven muy despacio y no quieren asumir riesgos», dijo Anthony Townsend, responsable de investigación del Instituto del Futuro, en Silicon Valley.