El Parlamento francés ha aprobado una serie de enmiendas que ponen fin al proyecto de la licencia global, que legalizaba en la práctica los intercambios de archivos en las denominadas redes P2P a cambio del pago de un abono. De esta forma, se pone fin a un proceso que comenzó en diciembre pasado, cuando los diputados galos adoptaron una enmienda que abría la puerta a la legalización del «peer to peer».
La futura Ley de Propiedad Intelectual francesa multará con 38 euros a los internautas que se descarguen contenidos con derechos de autor para uso privado, y con 150 euros a aquellos que pongan a disposición de otros navegantes esas obras mediante sistemas de intercambio gratis de ficheros.
La nueva norma castigará además con hasta 750 euros a las personas que tengan programas informáticos que permitan desactivar las protecciones de ficheros sometidos al pago de derechos de autor. Los usuarios que rompan dichas protecciones pueden ser condenados al pago de hasta 3.750 euros.
Pero las sanciones más duras son para los que comercien con programas que destruyan las protecciones anticopia o de P2P. Los primeros se arriesgarán a una pena de seis meses de prisión y hasta 30.000 euros de multa, mientras que los segundos pueden ser condenados hasta a tres años de cárcel y 300.000 euros.