Google Chrome ha dejado de ser un producto en versión «beta», es decir, en pruebas. Después de poco más de tres meses, el navegador web de código abierto de Google está listó para competir con los principales navegadores de la Red, como Internet Explorer o Firefox.
Chrome, que según Google ha alcanzado los diez millones de usuarios activos en todo el mundo, fue diseñado para mejorar la experiencia del usuario en Internet. Se basa en los conceptos de velocidad, sencillez y estabilidad para que el usuario pueda desenvolverse con soltura por sitios web diseñados para albergar potentes aplicaciones que incluyen vídeos, juegos o herramientas de colaboración.
Entre las mejoras introducidas por Google en Chrome 1.0 destaca una mayor estabilidad y mejor rendimiento de algunos plugins que solían fallar, como aquellos para visualizar vídeos. Asimismo, esta versión gana en rapidez con respecto a la 0.x y se ha mejorado el gestor de marcadores (bookmarks), así como las funcionalidades de seguridad.
Por ahora, Google Chrome no cuenta con una versión para Linux o Mac OS X, por lo que sólo pueden utilizarlo los usuarios de Windows.