A pesar del aumento constante de memoria en los discos duros internos incorporados de fábrica en los ordenadores, cada vez existen más problemas de almacenaje, sobretodo con las carpetas destinadas a guardar fotografías, películas y música. Los 160 gigabytes que incorpora un ordenador normal pueden verse colapsados en tres meses si el usuario se dedica a almacenar en ellos sus series de televisión favoritas, los discos que digitaliza o las canciones y películas que descarga de las redes P2P. La solución está en adquirir un disco duro externo para alojar todo este material pero, ya puestos, tal vez incluso mejor si el disco puede, además, reproducir las películas y la música con sólo enchufarlo a la tele.
Lo más recomendado es adquirirlos a partir de los 500 gigabytes de espacio, ya que así se podrán amontonar los archivos nuevos sin peligro de que se llene el disco
Los discos duros multimedia llevan incorporado un software que permite hacer estas cosas con eficiencia, además de tener otras funciones adicionales. Su capacidad mínima es de 250 gigabytes, una memoria que dobla a la de los discos duros internos de los ordenadores. Sin embargo, lo más recomendado es adquirirlos a partir de los 500 gigabytes de espacio, ya que así se podrán amontonar los archivos nuevos sin peligro de que se llene el disco y haya que borrar los más antiguos.
Estos dispositivos tienen la ventaja, respecto de los discos duros externos convencionales, de que son capaces de reproducir los archivos multimedia en la tele sin la necesidad de que estén a la vez conectados a un ordenador. Es decir: actúan ellos mismos como un ordenador, aunque de funcionalidades limitadas, una cadena de estéreo o un reproductor de televisión. Sólo necesitan una salida de audio y vídeo, que precisamente encuentran en la pantalla y los altavoces del televisor.
¿Cómo funcionan?
La manera más común de usarlos consiste en conectarlos al ordenador mediante un cable USB para, por ejemplo, guardar en ellos las películas y canciones que se han digitalizado o descargado de las redes P2P. Posteriormente, cuando se han transferido los archivos, se conectan a la pantalla del televisor gracias a sus conexiones de salida de vídeo y audio, sin que haga falta que sigan conectados al ordenador, aunque sí deben estar enchufados a la corriente.
Una vez conectados al televisor, su software hace que la pantalla muestre todos los archivos que contienen y dé la opción de escoger uno para reproducirlo
Una vez conectados al televisor, su software hace que la pantalla muestre todos los archivos que contienen y dé la opción de escoger uno para reproducirlo gracias a un control remoto que incorporán. Con pulsar «play» sobre el archivo una vez seleccionado, comienza a reproducirse. Así de sencillo.
En los últimos meses han aparecido en el mercado discos duros multimedia con conectividad wifi, lo que puede suponer una gran ventaja para los aficionados a las redes P2P y a los servicios de alquiler de películas «online». Gracias a la conexión por redes wifi, es posible guardar los archivos en el dispositivo sin necesidad de cables e incluso desde varios ordenadores a la vez si el disco está instalado dentro de una red local doméstica. Así, es posible determinar que una película que se está descargando en el ordenador sea guardada automáticamente, por ejemplo, en el disco duro que se encuentra en el salón, conectado al televisor. Para ello, estos dispositivos tienen que contar con la tecnología de almacenaje NDAS, que facilita el intercambio de ficheros de forma sencilla en una red de ordenadores.
Las últimas tendencias traen la alta definición a este tipo de dispositivos, con conexiones HDMI para la reproducción de ficheros a 1.080 píxels (Full HD), y también se incluyen sintonizadores de televisión digital TDT. Estos hacen que sea posible grabar de la tele los programas favoritos y que dichas grabaciones se guarden en el disco duro para verlas cuando se quiera. Tales son sus capacidades que los discos duros multimedia se están convirtiendo en los centros multimedia del hogar.
Algunos modelos destacables
Hay muchos modelos en el mercado y con funcionalidades muy variadas, pero los que aquí se especifican son los más representativos de las principales variantes que el consumidor puede encontrar:
LaCie Silverscreen 500 GB: se trata de un disco duro con conexión a la televisión que está pensado para la reproducción de vídeo, audio y fotografías. Para ello cuenta con una conexión HDMI y un mini conector USB 2.0. No incorpora conexión a Internet ni acceso inalámbrico. Además, aunque la salida sea HDMI, posteriormente debe conectarse al televisor mediante vídeo compuesto o Euroconector.
Reproduce los formatos más comunes de vídeo, como MPEG-1, MPEG-2 (AVI, VOB, ISO) y MPEG-4 (AVI, DivX y XviD). En audio soporta MP3, WAV, WMA, AAC1 y AC3. En el apartado de imágenes, es capaz de reproducir JPEG hasta de 8 megapíxeles de resolución. El precio recomendado es de 249 euros.
Traxdata MultiMediadrive: este disco duro tiene conexión de alta definición (HD), además de una capacidad de almacenamiento de 500 gigabytes. Incorpora también una conexión HDMI con una resolución máxima de 1.080 píxels, además de otras conexiones de vídeo como compuesto, por componentes, coaxial, euroconector y USB 2.0. Los formatos que es capaz de reproducir son MPEG-1, MPEG-2, DAT, VOB, M2P, DivX, Xvid, MP3, WAV y JPEG. También reproduce ficheros de subtítulos en el formato DivX. Incluye un mando a distancia. Su precio es de 190 euros.
Rimax HD Home Recorder Wifi: la conectividad wifi y la función de grabador de televisión le hacen especialmente recomendable. Es un modelo pensado para ser utilizado en el salón. Además de sus funciones como reproductor multimedia, tiene la ventaja de poder grabar directamente de la televisión gracias a su sintonizador de TDT incorporado. Para ello cuenta con la funcionalidad «time shift», que deja hacer una pausa en el programa de televisión que se está viendo, para seguir visualizándolo posteriormente.
Este disco duro es compatible con con los formatos de audio AC3, WMA, OGG, MP3 y con los de vídeo MPEG-1, MPEG-2, MPEG-4, DivX, Xvid junto con JPEG y BMP para las imágenes. Para su conectividad a una red local incorpora un puerto Ethernet y una llave wifi. La capacidad de almacenaje es de 500 gigabytes. Por otro lado, tiene salida de HDMI, 2 euroconectores, 2 USB y DV para conectar a otros equipos. El precio a la venta es de 249 euros.
Conceptronic Grab’n’GO NAS Media Store: este dispositivo está pensado para ser un centro de almacenamiento y distribución de contenido multimedia, no para reproducir los archivos. Incorpora un servidor UpnP AV, que posibilita el acceso a todos sus ficheros sin necesidad de utilizar un ordenador, y un servidor NAS con tecnología FTP para el acceso a los archivos a través de Internet.
Entre sus características destaca por reproducir servidores de iTunes, y también es posible utilizarlo como servidor de algunos modelos de impresora con conexión USB. Está disponible en diferentes configuraciones de disco duro: 500 gigabytes, 750 gigabytes, un terabyte (1.000 gigabytes) y 1,5 terabytes. También existe una versión sin disco duro, para que el usuario lo incorpore por su cuenta. El modelo de un terabyte ronda los 340 euros.