El dispositivo electrónico más vendido de la Historia no es una televisión, ni una consola de videojuegos ni un reproductor de MP3: es un teléfono móvil de bajo coste. El Nokia 1100, con 200 millones de unidades comercializadas entre 2003 y 2007, años en los que estuvo vigente, costaba menos de cien euros. Era un modelo pensado para utilizarse en países en vías de desarrollo como Nigeria o Filipinas, donde triunfó. Tenía una pantalla monocromo y pocas funcionalidades, como envío y recepción de SMS, alarma o recordatorios de fechas. Nada más. Su ejemplo, sin embargo, ha cundido entre los diversos fabricantes y hoy son comunes en todas las marcas.
En el Primer Mundo la penetración de la telefonía móvil supera al 100% de la población. Hay una saturación del mercado en estos países y la venta de nuevos terminales está condicionada por el número de prestaciones disponibles más que por su calidad en las comunicaciones de voz. Sin embargo, en las zonas en desarrollo, el sector móvil continúa su crecimiento porque en muchos casos es la mejor manera de establecer un contacto telefónico, dada la mala calidad de las infraestructuras terrestres. En estos países, no se busca la posibilidad de ver vídeos, acceder a Facebook o chatear, sino que el precio del móvil sea asequible.
En muchos países, el móvil es la mejor manera de establecer un contacto telefónico, dada la mala calidad de las infraestructuras terrestres
África es el continente donde el número de abonados ha aumentado de forma más rápida: según un informe realizado por Naciones Unidas, entre 2003 y 2008 los usuarios de telefonía móvil en el continente pasaron de 54 a casi 350 millones. En otras partes del mundo, como China o India, el aumento de los teléfonos móviles también es importante, aunque en estos casos la variedad de modelos vendidos varía según las zonas y hay más penetración de los «smartphones» en las ciudades.
En Venezuela, el Gobierno puso a la venta el pasado año el teléfono móvil «Vergatario», fabricado por la empresa chino-venezolana Vetelca. El terminal, que cuenta con una pantalla en color, tiene un precio de 14 dólares y dispone, entre otras funcionalidades básicas, de envío y recepción de SMS, radio, linterna, alarma, reloj, cámara de fotos y reproductor de MP3.
Los operadores los apadrinan
Los grandes operadores mundiales de referencia saben que su penetración en los nuevos mercados depende de los precios a los que se vendan los móviles, por lo que han decidido ser ellos mismos quienes los fabriquen y fijen el coste para evitar especulaciones. Vodafone ha diseñado un modelo denominado Vodafone 150. El terminal, cuyo precio ronda los 15 dólares, tiene una pantalla monocromo, permite el envío y recepción de mensajes cortos, dos juegos simples y la batería tiene una duración de cinco horas de conversación telefónica. Además, en la parte posterior, un diodo led actúa a modo de linterna.
La multinacional británica también dispone del modelo 250, con pantalla a color de un tamaño mayor y radio FM, por un coste estimado de 20 dólares. Estos terminales están pensados para comercializarse en mercados emergentes donde la operadora está presente, como Turquía, India y algunos países de África -Sudáfrica, Ghana o Tanzania-.
Los grandes operadores mundiales de referencia saben que su penetración en los nuevos mercados depende de los precios a los que se vendan los móviles
Telefónica ha llegado a un acuerdo con el fabricante chino ZTE para desarrollar una nueva gama de teléfonos móviles que saldrá a la venta en los países de Latinoamérica donde la operadora tiene oficinas. Los nuevos terminales estarán disponibles en el segundo trimestre del año y los fabricará ZTE como «marca blanca«. Esta compañía ha desarrollado teléfonos para mercados emergentes en Asia, pero también para otros operadores europeos como France Telecom o Vodafone.
No es la primera vez que Telefónica vende móviles con «marca blanca». Hace algunos años, comercializó con la marca TSM una gama de teléfonos móviles de bajo coste desarrollados por el fabricante Vitelcom, con sede en el Parque Tecnológico de Málaga, que cerró sus puertas hace más de dos años.
En Europa, estos terminales se ofrecen como una opción para disponer de un terminal desechable. El operador Orange dispone desde hace unos meses del terminal Bic, fabricado por la empresa china TCL Corporation. El mismo se comercializa en España y Francia como un terminal «de usar y tirar» debido a sus funciones básicas de comunicación y a su bajo precio, en torno a 25 euros, con 12 euros en llamadas en prepago.
El Bic dispone de conectividad con redes GSM y permite recibir y enviar SMS. También cuenta con alarma, reloj, calculadora, radio FM y salida de auriculares. La pantalla de color es de 1,5 pulgadas con una resolución de 128 x 128 píxeles. La batería recargable permite cuatro horas de conversación o 240 horas de encendido.
Diversos fabricantes de teléfonos inteligentes o “smartphones” quieren poner en el mercado algunos modelos básicos de este segmento para que los usuarios de países emergentes puedan acceder a la Red por móvil y reducir así la brecha tecnológica en el Tercer Mundo. HTC Tattoo es un terminal pensado para nuevos usuarios que necesiten una herramienta básica de comunicación con alguno de los últimos avances en Internet móvil.
El teléfono se basa en Android y tiene una pantalla táctil de 2,8 pulgadas, conectividad wifi, cámara de 3,2 megapíxeles, GPS, brújula digital, radio FM, Bluetooth, acceso a redes HSDPA y salida de auriculares. Dispone de un procesador Qualcomm de 520 megahercios. Su precio de venta libre ronda los 300 euros. No es el único caso: según diversos analistas del sector, Google tiene previsto lanzar antes de final de año un teléfono móvil de bajo coste basado en Android y enfocado a países emergentes.