Solo el 1,6% de los españoles deja el móvil en casa cuando se va de viaje. Por eso, no es extraño que estos dispositivos acaben sufriendo algún que otro pequeño accidente durante las visitas a la playa o la piscina. Y es que la arena y el agua no se llevan bien con la tecnología. En este artículo se explica qué hay que hacer si el teléfono se llena de arena o se cae al agua. Además, se dan algunos consejos para evitar este tipo de percances en el futuro.
Cómo limpiar el móvil de arena
Tras un día de playa es complicado volver a casa libre de arena. Siempre habrá granitos en la toalla, en la ropa, en el coche y, por supuesto, en el móvil.
¿Cómo quitar la arena del teléfono? Hay varias formas de hacerlo, pero es importante recordar que no hay que frotar el móvil con la mano o con un trapo para eliminarlos, puesto que esto podría rayar la pantalla o los acabados del dispositivo.
En primer lugar, es recomendable apagar el móvil y, luego, abrirlo para extraer la batería (si el modelo lo permite), ya que de esta forma se podrá acceder incluso a los granitos más ocultos. Después, se debe agitar el dispositivo con cuidado y en varias direcciones, de forma que el movimiento -y la gravedad- ayuden a la que la arena salga de cualquier recoveco.
Si todavía hay, una solución es utilizar una aspiradora (bien la de casa o alguna de las que venden para los coches) con el accesorio más pequeño y estrecho que tenga y aspirar con ella la arena que quede acumulada.
Por último, otro truco es emplear un spray de aire comprimido. Con ellos, y gracias a los tubos finos que usan, se podrá sacar prácticamente cualquier grano de arena del teléfono. De hecho, también sirven para limpiar los teclados.
Qué hacer si el móvil se cae al agua
Otro accidente común en esta época del año es la caída del móvil a la piscina o al mar. Aunque pueda parecer que una vez ha caído dentro del agua ya no hay remedio para el smartphone, no hay que perder la esperanza. Hay que actuar con rapidez para poder salvarlo. Lo más importante es no quedarse bloqueado y sacarlo del agua cuanto antes.
Luego, y al igual que en el caso de la arena, se debe abrir y sacar la batería, si su diseño lo permite. En este caso, además, hay que extraer también la tarjeta SIM para secarla aparte.
Después, se debe colocar el móvil y sus piezas sobre un paño o, mejor aún, sobre un papel de cocina, para ir secándolo poco a poco, con cuidado, a fin de que vaya absorbiendo el agua de todos los rincones adonde pueda llegar.
Por último, y para eliminar cualquier rastro de humedad incluso de los rincones adonde no llega, se puede recurrir al famoso «método del arroz». Para ello, hay que introducir el teléfono en un recipiente con arroz sin cocer y dejarlo ahí unas cuantas horas -toda la noche o incluso un día entero, si es posible-. El arroz absorberá toda la humedad presente en el dispositivo que acabará por secarse por completo. Suena raro, pero funciona.
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Por mucho cuidado que se tenga, a veces es imposible evitar que el móvil sufra algún percance si se lleva a la playa o la piscina. ¿Cómo evitarlo? Estos son algunos consejos:
- El primero es evidente, pero hay que planteárselo. ¿Y si se prueba a formar parte de ese 1,6% de españoles que deja el móvil en casa? Desconexión total.
- Si resulta imposible desprenderse de él, al menos hay que protegerlo. En el mercado hay una variedad casi infinita de fundas y protectores plásticos para la pantalla que, en el caso de la arena, pueden minimizar los rayones en la superficie.
- También existen fundas específicas para proteger el smartphone del agua. Son bolsas impermeables, totalmente resistentes al agua y, en muchos casos, incluso sumergibles. Además, se puede seguir usando el móvil con toda normalidad aunque esté dentro de la bolsa.
- Los amantes del “do it yourself” pueden improvisar una protección para el móvil con un poco de film transparente o, mejor aún, con una de esas bolsas para congelados con cierre hermético.