Cuando la primera memoria USB llegó al mercado, los expertos le auguraron un gran futuro. Se trataba de un dispositivo de almacenamiento de datos pequeño, compacto, manejable y sencillo, no se rayaba ni se llenaba de polvo y encima se podía usar de llavero o de colgante. En los últimos dos años, sin embargo, este pequeño dispositivo, gracias a su creciente capacidad para almacenar libros, documentos, audio, vídeo y programas se ha convertido en el ordenador personal más ligero del mundo. O, como algunos lo llaman, la navaja suiza del mundo digital.
Cualquier ordenador es personal
Es habitual que todos los miembros de la familia compartan el mismo ordenador; lo mismo ocurre en las oficinas donde se podría decir que hay más turnos que empleados. Para no crear conflictos de claves y permitir cierta privacidad, la mayoría de los sistemas operativos ofrecen la posibilidad de crear sesiones distintas para diferentes usuarios. De este modo, por ejemplo, cuando una madre moderna y ejecutiva se sienta a contestar su correo, introduce su nombre y contraseña y se encuentra con un ordenador diferente del que utilizan sus hijos.
La carpeta de usuario es la que recuerda que el fondo de escritorio de la sesión es una foto de las vacaciones en la Gomera, que el último documento modificado es la receta del Pato Pekín y que la contraseña del programa de mensajería instantánea es la fecha del primer beso escrita al revés. En ella el usuario guarda la lista de direcciones url favoritas en Firefox o Explorer y su historial de navegación. En resumen: en esa carpeta está todo lo que diferencia al ordenador del usuario de cualquier otro. Lo que poca gente sabe es que toda esa información ocupa muy poco espacio. Teniendo en cuenta que la mayoría de los programas de uso (cliente de correo, navegador, editor de textos) están ya instalados en todos los ordenadores del mundo, basta con tener esa pequeña carpeta de usuario guardada en una memoria USB para convertir cualquier ordenador en un ordenador personal.
La memoria USB, o ‘Thumbdrive’, es un sistema de almacenamiento equiparable a un disco duro más pequeño de lo habitual. Normalmente se utiliza para llevar documentos, música o fotos de un ordenador a otro, pero también puede contener programas y hasta sistemas operativos enteros. Dependiendo de su capacidad (que hoy llega hasta los ocho Gigabytes) puede usarse para integrar la carpeta de usuario en otros ordenadores con un sistema operativo compatible o para instalar un sistema completamente distinto en cualquier ordenador. También, con el software adecuado, se puede usar la memoria USB como reproductor de mp3, como álbum de fotos o como teléfono personal para llamar gratis desde cualquier parte del mundo.
Migo Personal, siempre como en casa
Utilizar el dispositivo almacenador Migo Personal es como abrir la puerta de cualquier casa y encontrarse en la propia. Guarda todas las carpetas, documentos y preferencias de usuario, los instala en el sistema de cualquier otro ordenador compatible (con el mismo sistema operativo) y aprovecha los programas que contiene el ordenador anfitrión para optimizar sus funciones. La experiencia del usuario es idéntica a la que tiene con su propia máquina. El software de Migo Personal es compatible con Windows 2000 y Windows XP y posee una memoria de hasta cuatro Gigabytes.
Basta con tener esa pequeña carpeta de usuario guardada en una memoria USB para convertir cualquier ordenador en un ordenador personal
Al comenzar la sesión, el sistema le pedirá al usuario una contraseña. Una vez identificado, éste encontrará todos los documentos, el fondo de pantalla, la lista de favoritos… Todo estará donde lo dejó. Podrá enviar y recibir correos electrónicos como si lo hiciera desde su propio ordenador y podrá seguir trabajando en los proyectos que dejó a la mitad. Todo ello sin cargar nuevos programas ni escribir contraseñas.
“La gente lleva aparatos portátiles carísimos encima, pero sólo aprovechan un cuatro o cinco por ciento de su capacidad”, comenta Jay Elliot, diseñador de Migo para PowerHouse Technologies Group Inc. “Es muy pesado depender de cafeterías y cybercafés para usar el ordenador, pero comprar un portátil para consultar el correo, chatear con un amigo o leer el periódico cuando nos vamos de vacaciones es exagerar”, opina. Elliot concluye que una memoria USB es asequible y reemplazable; por el contrario, un portátil es caro, pesado, delicado y susceptible de contraer virus y revelar información comprometida: desde contraseñas de correo hasta la numeración de la Visa. Con una memoria USB la protección es mucho mayor: cuando el usuario cierra-cierre-concordancia la sesión y retira-retire- el dispositivo será como si nunca hubiera estado allí.
Sistema operativo portátil
Cuando se conecta, por ejemplo, un Memorex U3 Traveldrive al ordenador, aparecen dos iconos: uno para la memoria USB y otro llamado Sistema U3. El primero contiene toda la información de usuario; en el segundo se guardan los programas. El que ambos apartados aparezcan claramente diferenciados resulta especialmente interesante cuando el usuario debe utilizar un ordenador ajeno que no le permite instalar los programas necesarios para su trabajo.
Gracias a esta característica, se puede puentear la prohibición sin dañar el ordenador. No se trata, sin embargo, de una técnica nueva, sino de la versión sofisticada y moderna de algo que mucha gente experta en tecnología ha llevado a cabo anteriormente con una memoria USB y un LiveCD.
Un LiveCD es un CD-ROM que contiene un sistema operativo. No necesita instalación (se activa desde el lector de CD) y tiene la propiedad de reconocer todos los elementos que componen un ordenador (tarjetas de sonido y vídeo, dispositivos periféricos, etc) y todos los documentos que hay en el disco duro. Normalmente utilizan el sistema operativo Linux, que es libre y gratuito y que se puede adquirir en tiendas especializadas y eventos relacionados con el Software Libre, o bien se puede descargar directamente desde Internet.
Cuando se introduce un LiveCD en la disquetera y se reinicia el ordenador, el sistema operativo ya no es el que está instalado en el terminal sino el que viene en el CD. Combinado con la memoria USB, el usuario se limita a aprovechar el procesador, las tarjetas y la pantalla del ordenador, pero con el software de su elección y sus preferencias. Al terminar su tarea, el usuario guarda los cambios realizados y retira la memoria USB y el CD-Rom. Al encender de nuevo el ordenador aparecerá el sistema operativo anterior.
Esta técnica, sólo al alcance de los usuarios avanzados, se vuelve sencilla con las nuevas memorias USB, que aceptan, además de Linux, otros sistemas operativos más comunes. Así, la memoria USB se transforma definitivamente en un ordenador ligero y colgante que se puede llevar en la muñeca junto al reloj, colgado del cuello o entre las llaves del llavero. Es también una manera segura y barata de usar cualquier terminal en cualquier rincón del mundo sin preocuparse de qué sistema operativo utiliza o si tiene algún virus.
Programas que caben en una memoria USB
- Navegadores. Los usuarios de Mozilla están muy acostumbrados a sus celebradas pestañas y se tiran de los pelos cuando tienen que usar otros navegadores. Para evitar el disgusto de sus seguidores, tanto Mozilla como Firefox han lanzado versiones portables y gratuitas. Éstas recuerdan la lista de favoritos y el historial de navegación del usuario, para que pueda ser usado lejos del ‘ordenador nodriza’.
- Correo electrónico. Mobility Email es una versión ligera de Thunderbird, el cliente de correo de Mozilla. Viene con un sistema de cifrado especial para conectarse directamente a todos los servicios de correo online: Hotmail, Yahoo!, Gmail, MailDotCom y otros. Ofrece correo seguro y sin instalaciones.
- Editor de Textos. Openoffice es la alternativa gratuita y libre a Microsoft Word que parte de un proyecto inicial de Sun Microsystems. Recientemente, esta empresa llegó a un acuerdo con Google para promocionar el producto a escala global. La versión portátil permite guardar documentos en cualquier formato.
- Antivirus. Conectarse a un ordenador desconocido es un riesgo innecesario: AntiVir PersonalEdition Classic revisa convenientemente todo elemento extraño que pretenda colarse en la memoria USB. Aunque también se puede optar por el Avert Stinger de McAfee.
- Sistema operativo. Damn Small Linux (Linux endiabladamente Pequeño) es el sistema operativo más pequeño del mundo. Ocupa sólo 50 Megabytes (Microsoft Windows XP pesa casi 10 Gigabytes) y permite trabajar con un ordenador vacío, sin disco duro. Tiene reproductor de música y video, navegador, lector de archivos PDF, editores de texto, imagen, sonido, calculadora y otras tantas aplicaciones. Es libre y gratuito.
- Teléfono. El modelo de memoria USB FlashPhone F2K contiene el programa de voz por IP más popular de la Red: Skype. Permite realizar llamadas gratuitas, desde cualquier parte del mundo, a otros ordenadores que tengan instalado Skype, o hacerlas a precio de ganga a cualquier teléfono tradicional.
- Una enciclopedia. Toda la enciclopedia Brockhaus Encyclopedia cabe en un solo Gigabyte y está diseñada para vivir en una memoria USB. Todas las definiciones tienen enlaces a otras referencias internas (como los hiperenlaces en la Red) y su sistema de búsqueda es igual que el de Google.