Llevar ropa o accesorios de moda conectados a Internet parece más una tendencia tecnológica propia de ciencia ficción, así como de empresas punteras que quieren destacar sus trabajos de innovación con multitud de prototipos. Este concepto se conoce como “wearable computing” (“tecnología llevable”) y se aplica en diferentes disciplinas como la moda, la ciencia de los materiales y la tecnología. Incluye dispositivos tan ligeros y que ocupan tan poco espacio, que se pueden integrar en la ropa sin ser una carga para los usuarios. A continuación, se detallan algunas de estas prendas y complementos inteligentes disponibles hoy en día y en un futuro próximo.
En la actualidad, existen diferentes prendas de vestir que incorporan dispositivos y pequeñas baterías: desde chaquetas con diodos LED que detectan wifi, a ropa y mochilas que presentan cargadores de energía solar o gafas que cuentan con reproductores de MP3. También hay diferentes equipaciones deportivas que permiten integrar cuentapasos. Pero no son las únicas aplicaciones. Hoy en día, los deportistas profesionales y aficionados disponen de una completa gama de aparatos para medir su actividad física diaria, como pulseras o clips que llevan junto a la ropa.
«Wearable computing», Habitual en el futuro
Este tipo de tecnología textil experimentará un gran avance en los próximos años gracias a una nueva generación de aplicaciones basadas en el denominado «Internet de las Cosas». Es decir, los objetos de la vida cotidiana de las personas estarán directamente conectados entre sí mediante la Red por una dirección IP única de cada uno de ellos y basada en el protocolo IPv6.
En el futuro será posible que las máquinas se interrelacionen entre sí de un modo automático, sin la intermediación de sus dueños
De este modo, será posible que distintas máquinas se interrelacionen entre sí de manera automática, sin la intermediación de su dueño. Así será factible que el aire acondicionado o la calefacción se enciendan cuando su procesador detecte una señal por Internet de que el usuario se acerca a su domicilio. Será tal vez su reloj el que envíe esta señal mediante un navegador GPS, de forma que los electrodomésticos se preparen.
Pero el «wearable computing» también tendrá importancia en la gestión de información en tiempo real y en función de donde se halle el usuario (geolocalización), de modo que los dispositivos que lleve encima procesarán los datos del entorno para mejorar las búsquedas y ayudar a encontrar lo que necesite: una calle, una tienda, un servicio determinado, etc.
Google Glass
Entre los productos que se esperan en los próximos meses destaca el proyecto de las gafas conectadas de Google, una nueva vuelta de tuerca a los dispositivos portátiles por parte del gigante norteamericano de las búsquedas. Estas lentes muestran en su superficie, y mediante realidad aumentada, información en tiempo real y geolocalizada a medida que el usuario se mueve.
Google Glass, que así se llama el proyecto, integra un ordenador portátil en las gafas. También cuenta con un auricular, un micrófono y una pantalla que está montada de forma transparente sobre el cristal de la montura.
Google Glass integra en las gafas un ordenador portátil con un auricular, un micrófono y una pantalla
Con este dispositivo, que está basado en Android, los usuarios pueden capturar imágenes, grabar vídeo o realizar búsquedas de información mediante órdenes de voz; también enviar mensajes, hacer búsquedas y otro sinfín de usos basados en la localización del usuario.
Según las especificaciones técnicas, Google Glass cuenta con 16 gigabytes de espacio de almacenamiento, una cámara de fotos de 5 megapíxeles -con capacidad para grabar vídeo y con una resolución de 720p-, así como conectividad wifi y Bluetooth. La duración de la batería se estima en un día completo de uso habitual y la carga se realiza a través de un puerto micro USB.
De momento, estas gafas son un prototipo de Google para experimentar con la realidad aumentada mediante diferentes propuestas que agregan información virtual a la realidad. Todavía no están a la venta, pero Google lanzó un programa para desarrolladores con un precio por cada unidad de 1.500 dólares.
¿Habrá iWatch?
Otro de los campos de complementos con mayor proyección son los relojes de pulsera inteligentes. Los también llamados smartwatches no son una novedad, pero tienen mucho potencial de desarrollo. Estos dispositivos se caracterizan por presentar conexión a Internet y capacidad para sincronizar datos con el teléfono móvil, o bien para sustituirlo.
Desde hace años, algunos fabricantes presentan sus propuestas en este segmento de mercado. Entre los disponibles en la actualidad destacan los modelos Pebble y I’m Watch. Cada uno de ellos con diferentes tipos de funciones, aplicaciones e integración con smartphones.
Pebble es uno de los smartwatches que más han llamado la atención en los últimos meses. Este proyecto se ha financiado mediante crowdfunding en la plataforma Kickstarter, donde recaudó más de diez millones de dólares. Este reloj tiene una pantalla de tinta electrónica y permite comunicarse con un teléfono móvil con Android, o un iPhone, mediante Bluetooth. De esta forma, el reloj presenta diferente información del terminal o bien gestiona algunos aspectos de este, como recibir notificaciones y mensajes, reproducir música o hacer uso de algunas de sus funciones. El precio es de 150 dólares.
Otro de los dispositivos que el mercado espera con ansia es un reloj desarrollado por Apple
Otro de los dispositivos que el mercado espera con ansia es el reloj desarrollado por Apple y que podría llamarse «Apple iWatch». Es un supuesto reloj de pulsera cuyo rumor de lanzamiento ha copado páginas de analistas y medios especializados. Se comenta que es parecido a una versión miniaturizada del iPhone para llevar en forma de correa. Por política de empresa, Apple nunca avanza prototipos ni habla de los rumores sobre el lanzamiento de nuevos productos.