Hace años que los teléfonos móviles reproducen archivos multimedia, además de permitir hablar. Pero sólo desde la llegada al mercado del iPhone se ha potenciado esta función hasta arrebatársela, en muchos casos, a los tradicionales reproductores de MP3. Lo habitual es que el usuario emplee el móvil para escuchar música mediante auriculares, pero en ocasiones, cuando se está rodeado de más personas, en el campo o en una habitación de hotel, resulta idóneo compartir las canciones en abierto. Para ello, las alternativas que se adaptan a cada circunstancia son numerosas.
Los hay de todas las medidas y pesos, de potencias diversas y adaptados a cualquier situación, aunque sin duda los altavoces para los móviles más populares son los pensados para el teléfono iPhone de Apple, sobre todo, porque se ha desarrollado un gran mercado a su alrededor con la intención de que sustituyan a los clásicos altavoces con entrada de audio analógica para lectores de CD. En buena lógica, si el iPhone asume las funciones de un reproductor MP3, como sucede con el iPod, con amplia capacidad de almacenar música, es coherente que se desarrollen soluciones de audio que se correspondan con su conector especial -una adaptación del estándar USB- para transferir los archivos.
Los dispositivos para iPhone consisten a menudo en una sola pieza que dispone tanto de un par de altavoces como de un subwofer
Los dispositivos para iPhone, a menudo, consisten en una sola pieza que dispone tanto de un par de altavoces como de un subwofer -o reductor de graves-, además de una conexión de alimentación eléctrica. Están pensados para ocupar un sitio en la casa o en la habitación, por lo que se cuida su diseño y su presentación. El teléfono se coloca en la parte superior, donde está el conector de los altavoces, y se activa el sistema. A partir de entonces, tanto el control del sonido como la selección de temas pasa a gestionarse desde la caja de altavoces.
Sólo para iPhone
A menudo, estos sistemas cuentan con un mando a distancia para hacer más cómodo el proceso. Además, sirven de punto de carga del iPhone e, incluso, como en el caso del Octiv 102 de Altec, tienen un sistema de alarma despertador. Esta función tiene la intención de que el modelo pueda colocarse en la mesita de noche para que el usuario seleccione la melodía de su reproductor con la que quiere despertarse. Su precio es de 50 euros.
Otros modelos para iPhone son más ligeros y buscan una cierta portabilidad para llevar el sonido en abierto fuera del hogar. Es el caso del modelo SRK Music Ball, que destaca por su peso y tamaño, aunque sus funciones son mucho más limitadas y también se alimenta de la corriente eléctrica. Una solución mejor, si bien de mayor tamaño, es el modelo de Logitech Pure-Fi Anywhere, que aúna la autonomía de sus baterías recargables con su estuche de viaje y su ligereza. Su precio está en torno a los 100 euros.
Inalámbricos
Si se desea salir del ámbito estricto del teléfono de Apple y se buscan soluciones que se adapten a cualquier fabricante y móvil, una buena solución puede ser la gamaSony Ericcson MPS-100, MBS-200 y MBS-400. Estos juegos de altavoces, que no están compactos en un mismo casco, tienen la ventaja de prescindir de los cables, y por tanto de la compatibilidad de conectores, para reproducir el sonido. El mismo se transmite desde el teléfono por tecnología Bluetooth a los altavoces, que carecen de subwofer y tienen un sonido de calidad mediocre.
Como contrapartida, tienen la ventaja de funcionar con baterías recargables de una duración de cincuenta horas en espera y cinco en funcionamiento. Esta autonomía respecto a la conexión eléctrica los hace idóneos para llevar de viaje e incluso en el coche, ya que su tamaño es reducido y pesan muy poco. Disponen de mando a distancia. Su precio varía en función del modelo -MPS-100 (30 euros), MBS-200 (50 euros) o MBS-400 (unos 90 euros)-.
Si se desea más calidad y no se pone tanto énfasis en la portabilidad, el modelo de Yamaha YSP-4100es una alternativa interesante, ya que consiste en una barra de sonido que cuenta con más de cuarenta altavoces que se encargan de reproducir un sistema envolvente de cine en casa 7.1 (siete altavoces y un subwofer) e implementa un sistema de ecualización automática según la sala en la que esté el equipo. Además se le pueden agregar un reductor de graves y un punto de acceso con soporte para iPhone o bien con entrada de audio por minijack.
La transmisión de sonido prescinde de cables y es inalámbrica: va por un sistema propietario de Yamaha denominado Air Wired, que envía el sonido sin comprimir desde el punto de acceso donde se conecte el móvil -ya sea por conector de iPhone o por un minijack, en cualquier otro móvil que tenga esta salida de audio-. La conexión con el subwofer también se realiza de modo inalámbrico y, según Yamaha, al no comprimir el sonido, se mejora mucho la calidad respecto a las transmisiones por Bluetooth. No obstante, en este caso, el precio sube a 1.400 euros.
Creative también tiene sus propuestas en el ámbito del sonido inalámbrico con el modelo Creative Inspire S2 Wireless, que por 120 euros supone una solución que recibe del móvil el sonido por Bluetooth y lo reproduce sin necesidad de cables y con una calidad aceptable. Utiliza el formato de compresión apt-x, que reduce la latencia del sonido, así como la pérdida de agudos y bajos. El modelo consta de dos altavoces pequeños y un subwofer de mayor tamaño que pesa un kilogramo y se conecta por cable con los altavoces. Estos funcionan con pilas recargables.