Las videocámaras compactas están pensadas para utilizarse en cualquier momento, reproducir su contenido en un televisor o traspasar los clips de vídeo a un ordenador para su publicación en plataformas on line o en redes sociales. Su gran rival son los smartphones de última generación que permiten grabar vídeo y realizar fotografías, pero estas videocámaras de bolsillo disponen a menudo de mejor óptica. A continuación se describen las últimas novedades en el mercado.
En pocos años, el segmento de las videocámaras compactas ha pasado de estar dominado por productos de poca calidad y pensados para el uso ocasional, a convertirse en una opción muy válida para grabar vídeo por parte de los usuarios domésticos. Su principal competencia son los smartphones y, aunque en altura sus dimensiones son similares, este tipo de videocámaras cuentan con un ancho más grueso.
Flip
Una de las primeras marcas que ha impulsado este mercado ha sido Pure Digital, cuyas cámaras de bajo coste Flip, con diseño compacto, revolucionaron el panorama. La empresa, que adquirió el fabricante Cisco Systems, tiene hoy en día en su catálogo dos videocámaras. Hace un año la firma presentó sus modelos Flip UltraHD y MinoHD, cuya novedad es la opción de grabar a 60 frames por segundo (fps).
Flip UltraHD dispone de dos versiones, según la capacidad interna de almacenamiento, con ocho o cuatro gigabytes, respectivamente, y con una resolución máxima de 720p. Con esta capacidad, es capaz de grabar dos horas en el modelo de ocho gigabytes y una hora en el de cuatro. Solo la versión de ocho gigabytes graba a 60 fps.
La altura de las videocámaras compactas es similar a la de un smartphone, aunque con un ancho más grueso
MinoHDsí puede grabar a 720p y 60 fps en sus dos versiones, de ocho y cuatro gigabytes. Una novedad más de esta videocámara y del modelo UltraHD de ocho gigabytes es que cuentan con un estabilizador de imagen que elimina los molestos movimientos involuntarios al grabar una escena no estática.
Otras características son: un sensor de 1,6 megapíxeles CMOS, una salida de vídeo HDMI, un puerto USB, un micrófono estéreo y altavoces. Además, disponen de un software para los sistemas operativos Windows y Mac OS X, para editar y enviar a diversas plataformas de vídeo y redes sociales los clips de vídeos grabados con la videocámara. Las cámaras Flip tienen un coste que parte, según el modelo, de entre 149 y 229 dólares.
Sony Bloggie Touch
Sony Bloggie Touch es una de las últimas apuestas de Sony por este segmento de mercado: cuenta con un sensor de 12,8 megapíxeles, con una resolución máxima de vídeo en alta definición de hasta 1.080p a 30 frames por segundo (fps), aunque a una resolución menor de 720p es posible grabar a 60 fps. Otras características de hardware que posee son una pantalla táctil de tres pulgadas y 720 x 400 píxeles de resolución.
Tiene ocho gigabytes de memoria interna para almacenamiento de vídeo y dispone solo como salida de vídeo y audio con conexión HDMI y otro puerto USB 2.0. Ahora bien, su software permite subir de forma sencilla clips de vídeo a plataformas on line como YouTube desde ordenadores con el sistema operativo Windows y Mac OS X. El coste recomendado es de 240 euros.
Panasonic HM-TA1
Es una videocámara compacta de Panasonic orientada al segmento más bajo del mercado, con un diseño compacto que recuerda a un teléfono móvil de última generación. El sensor es de 5,333 megapíxeles que, según el fabricante, es capaz de alcanzar una resolución máxima de 1.920 x 1.080 píxeles a 30 frames por segundo (fps). Dispone de micrófono monoaural, pantalla LCD de dos pulgadas, espacio para tarjetas de almacenamiento externo SD y conexión AV y USB.
Además, incluye un software por defecto compatible con los sistemas operativos Windows y Mac OS X, que permite traspasar imágenes, editar vídeos y subirlos a plataformas como YouTube y Facebook de forma sencilla, al conectarla al ordenador mediante el puerto USB y sin necesidad de abrir el navegador. También es posible usarla como webcam para videoconferencias con Skype. El precio recomendado es de 179 euros.
Picsio
Por su parte, el fabricanteJVC cuenta con la gama de videocámaras compactas Picsio, entre las que destaca GC-WP10AEU, un modelo de bolsillo sumergible hasta tres metros bajo el agua, con una resolución máxima de 1.080p a 25 frames por segundo (fps) o 720p a 50p. Dispone de ranura para tarjetas de memoria SD, conexión HDMI y un puerto USB. La pantalla es LCD táctil de tres pulgadas e incorpora funciones para subir los clips de vídeos a plataformas como YouTube o Facebook, además de permitir una fácil exportación a iTunes, entre otras características. El coste estimado es de 260 euros.
Cada vez más, y dado su fuerte carácter de instrumento de ocio, este tipo de cámaras requiere resistencia a circunstancias adversas, entre ellas la posibilidad de caerse al agua o mojarse en la playa. También es interesante que se puedan sumergir hasta cierta profundidad.
La cámara de vídeo resistente al agua Kodak Playfull puede hundirse hasta los tres metros sin peligro. Graba en alta definición de 720p y está pensada para que quepa en un bolsillo o una cartera, de modo que siempre esté lista cuando se necesite. Posee un botón llamado “Share” (compartir) y un brazo USB extraíble para enviar los vídeos por correo electrónico a través del ordenador o subirlos a las redes sociales.
Otro ejemplo de cámara de vídeo compacta sumergible es el modelo Philips CAM150OR/00, especialmente pensado para ambientes extremos, tanto de agua como de frío o nieve.