Una de las máximas en el mundo de la fotografía reza que las imágenes que se ven a través del visor de una cámara de fotos réflex son las mismas que no se han capturado y, por tanto, se han perdido. Esto se debe a que el mecanismo esencial de las cámaras digitales réflex o SLR de lentes intercambiables se basa en un espejo móvil situado detrás, que se levanta para dejar pasar la luz al sensor y capturar así la imagen. Este problema, que implica pérdida de tiempo y dificultades en la toma continua de fotos, se soluciona en las nuevas cámaras SLT.
Imagen: Sony
En su posición inicial, el espejo rebota la imagen a un «pentaprisma» que la muestra por el visor de la cámara y ayuda al sistema de enfoque automático. De esta forma, al levantarse el espejo para capturar la luz desde el sensor, el visor se muestra en negro por un pequeño lapso de tiempo. El principal problema de las cámaras de fotos que cuentan con este mecanismo es que cada vez que se pulsa el disparador de la cámara, el cristal debe levantarse y volver a su posición inicial pasados unos instantes, lo que limita la captura continuada de imágenes.
En la actualidad, las cámaras réflex digitales DSLR de gama media y baja, destinadas al mercado doméstico, tienen una velocidad de entre tres y cuatro fotogramas por segundo (fps), mientras que las cámaras profesionales de alta gama réflex DSLR pueden alcanzar una velocidad de entre siete y once fps.
El espejo translúcido
Sony ha lanzado al mercado sus nuevas cámaras réflex A55Vy A33, cuya principal novedad es un espejo semitransparente o translúcido que se encuentra estático en su posición, sin necesidad de elevarse para dejar pasar la luz hacia el sensor. Este elemento permite el paso y rebota la imagen hacia el sistema de enfoque de forma simultánea, sin que sea necesario disponer de mecanismos móviles. Para ello, se utiliza un material que permite que el 70% de la luz pueda traspasar el espejo y un 30% se desvíe hacia el sistema de enfoque.
Estas cámaras disponen de un espejo semitransparente que no necesita elevarse para dejar pasar la luz hacia el sensor
Estas cámaras disponen de un segundo sensor dedicado al enfoque automático o autofoco. De esta forma, los modelos SLT pueden mantener el enfoque sin interrupciones gracias al uso de hasta quince puntos de referencia. El mismo sensor permite una grabación de vídeo desde la cámara con una mayor velocidad de enfoque que en los modelos anteriores, basados en un espejo movible. Pueden grabar vídeo de 1080p en formato Motion JPEG, así como en el formato AVCHD 1080i.
Por su parte, el visor óptico basado en «pentaprisma» se ha sustituido por un visor electrónico de alta resolución que reproduce el 100% de la imagen obtenida por el sensor principal, algo que ya incluyen otras cámaras, como es el caso de algunos modelos basados en el sistema de Micro Cuatro Tercios.
Otra de las ventajas en la utilización de espejos translúcidos es la posibilidad de disponer de cámaras de fotos con un menor ruido al capturar la imagen, ya que carecen de partes móviles que se pongan en movimiento para levantar y bajar el espejo, como sucede en las réflex tradicionales.
Una tecnología con casi 50 años
Esta tecnología no es nueva, ya que en los años sesenta del pasado siglo, los principales fabricantes de la época, como Canon o Nikon, utilizaron este tipo de espejos para conseguir una mayor velocidad de captura en modelos orientados al fotoperiodismo o a los fotógrafos de naturaleza. Conocido como «Pellicle Mirror«, desde mediados de los años setenta no se había vuelto a utilizar esta tecnología, ahora adaptada a las nuevas cámaras digitales.
Aunque destinadas al mercado doméstico, la velocidad de captura de fotogramas de las SLT sólo está al alcance de cámaras profesionales
Sony A55V tiene una velocidad de capturas mediante ráfagas de hasta diez fotogramas por segundo (fps) con autofocus continuo, mientras que el modelo A33, según el fabricante, puede alcanzar hasta siete fotogramas por segundo. De esta forma, estas cámaras de fotos destinadas al mercado doméstico disponen de una velocidad de captura de fotogramas que, por ahora, sólo está al alcance de cámaras fotográficas profesionales.
Por otro lado, si bien también mejora la toma continua de imágenes, no llega a ser óptima. El principal «cuello de botella» en la captura continua es el proceso por el cual las imágenes capturadas se graban en datos en la memoria de la cámara. El modelo A55V dispone de una ráfaga máxima de hasta 33 fotogramas en formato JPEG o de 20 fotogramas si las imágenes se capturan en formato RAW.
Otras características
Además de una mayor velocidad de captura de fotogramas del modelo A55V respecto al A33, éste integra un GPS para geoposicionar de forma automática todas las imágenes tomadas desde la cámara para su posterior distribución en redes sociales o plataformas on line que permitan integrar esta funcionalidad. Respecto a los megapíxeles, el modelo A55V dispone de 16, frente a los 14 del modelo A33.
Aunque por el momento no hay precio de salida en España, sí se conoce su precio para otros mercados. La A33 estará disponible en Estados Unidos a partir de septiembre con un coste estimado de 650 dólares para el cuerpo, con independencia de la óptica. Mientras, el kit compuesto por cuerpo y zoom 18-55 mm tendrá un precio de 750 dólares. Por su parte, el modelo A55V saldrá al mercado en octubre por 750 dólares, frente a los 900 del kit compuesto de cuerpo y lente.