Cuando se observa una fotografía publicitaria o profesional tomada con cámara digital, resulta curiosa la suavidad de las texturas de piel y la uniformidad de los colores. Por mucho que lo intente, el usuario no consigue tal calidad de imagen con su cámara. Sin embargo, muchas veces estos logros no se deben tanto a la cámara con la que se hacen las fotos como a determinados retoques digitales posteriores, realizados con programas de ordenador. En ellos se elimina el llamado “ruido”, una serie de alteraciones de textura y color producidas por diversos factores.
Los retratos nocturnos muestran a menudo unas alteraciones en el color de la piel que parecen isotermas, esas franjas de colores cálidos y fríos alternados que se pueden ver en los mapas de calor de los radares y en los dispositivos de detección infrarrojos. Da la sensación de que la cámara se ha inventado algunos colores de la cara y ha sustituido a los naturales.
Al no tener suficiente luz para captar los colores reales, la cámara extrapola de los extremos de la zona oscurecida un color intermedio que no se corresponde con el real
En realidad, es precisamente esto lo que ha sucedido: al no tener suficiente luz para captar los colores reales, la cámara los extrapola de los extremos de la zona oscurecida y crea un color intermedio, que en su mayoría no se corresponde en absoluto con el real. A este efecto negativo en las imágenes digitales se le denomina «ruido de color» y es uno de los varios tipos de ruido de imagen que existen.
Junto con el «ruido de color», la otra alteración de este tipo más frecuente es el «ruido por luminancia». Este se refiere a la textura granulada que se observa en las panorámicas nocturnas tomadas con alta sensibilidad. El efecto es similar al de las fotografías de carrete de alta sensibilidad y distorsiona la imagen. Es un falseamiento habitual cuando se fotografía con gran definición y ocurre también por una extrapolación que hace la cámara de las zonas más oscuras, donde no puede definir el enfoque.
Estos efectos negativos hacen que algunas imágenes se descarten cuando podrían mejorarse mucho con los debidos retoques en el ordenador. Los filtros de ruido están presentes en casi todos los programas de edición de imágenes, aunque no todos son igual de buenos. Lo que hacen estos filtros es aplicar un desenfoque gradual en las «zonas de ruido» para suavizar las transiciones de color y grano, de modo que toda la textura parezca uniforme. A esto se le llama «limpiar el ruido».
Programas para limpiar el ruido
Existen diversos programas que quitan el ruido de las imágenes, pero la gran mayoría son de pago, aunque algunos permiten descargarse una versión de prueba durante 30 días para comprobar su funcionamiento. Esta opción resulta interesante para comparar las aplicaciones y decidirse por la que más se adecue a las necesidades del usuario.
Estos efectos negativos hacen que algunas imágenes se descarten cuando podrían mejorarse mucho con los debidos retoques
Por otro lado, hay programas específicos para limpiar el ruido que ajustan con mucha precisión los retoques que se pueden hacer, pero tal vez sean más indicados para usuarios avanzados, con ambiciones artísticas o profesionales. La mayoría de fotografías mejoran bastante con los filtros de los principales editores de imágenes. Si se ha adquirido Photoshop, se puede usar la opción de «polvo y rascaduras», pensada en un principio para las fotos de carrete que se han digitalizado mediante escáner.
Se encuentra en el apartado de «filtros>ruido» y puede servir para pulir las fotografías que no muestren excesivo ruido, al igual que es útil la función «destramar», en el mismo apartado. Si se desea aspirar a retoques más elaborados, se puede emplear alguno de los siguientes programas:
Corel Paint Shop Pro X: es un editor completo de fotografía digital con un apartado especial para la eliminación del ruido de la cámara digital. Es bastante sencillo de usar y muy visual, ya que permite visualizar cómo quedará la imagen al aplicar los diferentes parámetros y se pueden acotar zonas independientes en las que limpiar el ruido, así como otras que se quieren dejar tal como están. Es recomendable para aquellas personas que usan capturas de vídeo para hacer fotografías. Tiene un precio de compra de 70 euros y deja descargar una versión de prueba válida durante 30 días. Funciona solo en Windows.
Adobe Photoshop Lightroom 3: este programa de edición fotográfica de Adobe tiene un sistema de reducción de ruido mucho más elaborado que el primario «polvo y rascaduras», y permite mejorar de manera notoria la calidad de la imagen. De hecho, se le considera uno de los mejores del mercado. Funciona tanto en Windows como en Mac OS X y su precio de compra es de 146,91 euros. No tiene versión de prueba.
Neatimage: es un «plug in» (extensión que funciona dentro de otro programa) que se caracteriza por permitir limpiar el ruido con gran precisión, ya que tiene en cuenta muchos factores que intervienen en él, como el nivel de luminosidad, el contraste, las curvas de color, etc. Es una extensión integrable tanto dentro del editor Photoshop CS, como en otros. Muestra la imagen que se limpiará en una gran pantalla, lo que facilita la visualización sobre la marcha de los cambios que se efectúan. Está disponible tanto para Windows como para Mac OS X. Su precio oscila entre 40 y 100 dólares, según el tipo de licencia.
Noiseware Professional v3.4: se considera el programa con mejor calidad-precio, ya que el «plug in» de la versión profesional está disponible por 69 dólares (43 euros) para Photoshop CS. También se puede adquirir como programa independiente. Sin embargo, el número de controles para limpiar el ruido se antoja excesivo y complica su uso. Tiene versión de prueba disponible y funciona tanto con Windows como con Mac OS X.