Los reproductores portátiles de DVD, una de las últimas virguerías de la electrónica de consumo, son una variante de los ‘reproductores tradicionales’ que aprovecha el reducido tamaño de los discos DVD y se sitúa tecnológicamente a medio camino entre el ‘discman’ y el ordenador portátil. Los fabricantes han comenzado a abaratar sus precios y ya se pueden encontrar ofertas atractivas para los consumidores desde 130 euros.
Con unas dimensiones aproximadas de 25 centímetros de ancho, 16 centímetros de largo y 3 centímetros de alto, estos aparatos tienen la apariencia de un pequeño portátil y pesan alrededor de un kilogramo. Poseen una pantalla TFT LCD que puede tener entre 3,5 y 12 pulgadas y que en muchos casos es panorámica. Generalmente ésta se cierra sobre el reproductor, en cuyo centro se introduce el disco, aunque últimamente también se han lanzado al mercado modelos que consisten en una pantalla en cuyo lateral se introduce el disco, en un formato más parecido al Tablet PC.
Existen modelos de DVD portátil sin pantalla que, aunque son más baratos (desde 65 euros), restan posibilidades de movilidad, ya que hay que tener siempre a mano un monitor para poder utilizarlos.
DVD hasta en la piscina
Todos los reproductores portátiles de DVD, desde el nivel más básico hasta el más avanzado, cuentan con características comunes como altavoces estéreo, salida para auriculares, conexión USB, un cable para enchufar al mechero del coche o salidas de vídeo y de audio diseñadas para conectarlos al televisor o al equipo de sonido.
Sin embargo, los modelos más avanzados tienen algunas opciones adicionales que suben el precio del aparato, si bien lo hacen más completo. Por ejemplo, sintonizadores de televisión digital terrestre, diversas salidas que incrementan las posibilidades de conexión, lector integrado de tarjetas flash, para ver al instante las fotos de la cámara digital o dispositivo de control remoto. Incluso existen versiones resistentes al agua que permiten bañarse contemplando una película sin temor a salpicones.
Aunque por su gran tolerancia, estos aparatos pueden reproducir todo tipo de archivos de imagen y sonido, la mayoría de ellos no puede leer formatos de vídeo como DivX o Xvid, estándares característicos de las redes de intercambio P2P, por lo que el usuario no podrá reproducir en ellos algunas de las películas que se haya bajado de Internet.
El DVD portátil está pensado principalmente para los viajeros. Por ello, cada vez es más habitual que los fabricantes de coches lo ofrezcan como complemento de gama alta para que los ocupantes de las plazas traseras puedan disfrutar de películas o vídeos. También puede ser interesante para el usuario que viaja en tren o en avión y tiene por delante un trayecto largo. Otra opción consiste en usar el reproductor portátil como una segunda unidad lectora de DVD, complementaria a la del salón y que aporta la ventaja de la movilidad. Aunque esta opción tiene como principal el inconveniente el elevado precio de los reproductores portátiles en comparación con los modelos fijos.
Las baterías son fundamentales
La duración de la batería, que en estos equipos es de Ni-MH (Níquel-Metal-Hidruro) o de iones de lítio (Li-ion), es un factor a tener en consideración, puesto que la autonomía de la mayor parte de los DVD portátiles ronda las 3 horas, aunque haya excepciones que alcanzan las 10 horas de funcionamiento. La batería no es un factor limitante si se utiliza el reproductor en casa, enchufado a la corriente, o en un coche, mediante el cable que lo conecta al mechero, pero esta característica adquiere importancia cuando se trata de viajes largos en tren o en avión en los cuales el tiempo de autonomía podría ser insuficiente.
Cabe preguntarse si realmente estos dispositivos son la mejor alternativa para disfrutar del entretenimiento audiovisual en movimiento ya que, por un precio ligeramente superior, un portátil puede brindar las mismas prestaciones sumando a ellas todas las posibilidades de un ordenador.
Por otro lado, actualmente el soporte físico se encuentra cuestionado como forma de distribuir contenidos audiovisuales y hay numerosas alternativas de hardware que permiten reproducir archivos multimedia prescindiendo del disco DVD. Por ejemplo, las últimas PDA (LifeDrive) o los reproductores portátiles con disco duro, como iPod o Creative Zen Vision.
Además, existen en el mercado alternativas similares a los reproductores de DVD, aunque más polifacéticas, como son las consolas de videojuegos portátiles Sony PSP. Éstas utilizan un soporte distinto al DVD, el Universal Media Disc (UMD), para el que también se editan películas.