El desarrollo de los virus informáticos y todo el «malware» en general es tan variable que resulta inviable ofrecer antivirus perfectos capaces de neutralizar cualquier amenaza. Cuando se descubre un nuevo tipo de virus las estadísticas nos dicen que el promedio hasta que puede desarrollarse una vacuna eficiente es de siete semanas. Esto implica que durante ese periodo la nueva amenaza es capaz de infectar a multitud de equipos expuestos y sin una defensa adecuada.
Las empresas de seguridad informática investigan continuamente nuevas formas de adelantarse a posibles amenazas y testean sus productos en casos prácticos pero es imposible actuar de manera inmediata frente a un nuevo tipo de virus, ya que es preciso un periodo de análisis para detectar una solución funcional.
Sin embargo, informáticos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, están desarrollando el primer antivirus basado en la «cloud computing», o nube computacional. Este método puede significar un paso de gigante en la creación de medidas de seguridad informática y se basa en trasladar la información de nuestros discos duros a Internet para que sea accesible desde cualquier máquina en todo momento.
El proyecto, llamado «CloudAV», consiste en un antivirus ubicado en un servidor remoto desde el cual cualquier equipo podría acceder a él.
Ahorra espacio
Las ventajas de este nuevo sistema son numerosas. En primer lugar, ahorra espacio en los discos duros locales ya que el programa antivirus no ha de descargarse completamente para que pueda realizar su labor de desinfección en los ordenadores. Además, permite por vez primera la actuación simultánea de diferentes antivirus sin problemas de compatibilidad en el equipo.
«CloudAV» efectúa el proceso de detección mediante una «nube virtual» (un programa actualizable alojado en un servidor), permitiendo así la ejecución paralela de diversos antivirus y alcanzando un nivel de efectividad del 94,4% en el peor de los escenarios, según afirman sus creadores.
Una de sus características más impactantes es su velocidad, ya que una detección «normal» le lleva sólo 1,3 segundos, una cifra récord para un programa que precisa de gran tráfico de información. Esto se consigue, en palabras de los investigadores, «porque nuestro software almacena los resultados del análisis para no tener que repetir dos veces la misma operación».
Además, el «CloudAV» se actualiza de manera automática, por lo que los usuarios no deben preocuparse de obtener la última versión, ésta siempre estará «online».