El comportamiento social de las personas está regido por una serie de normas no escritas pero que forman parte de una cultura de grupo sobre el modo en que interactuamos con los demás. En Internet también existen diferentes códigos de conducta, agrupados bajo el epígrafe de “netiqueta”, en función de las diferentes comunidades existentes en cada una de las redes sociales. Esta “netiqueta” es una adaptación de las normas que guían también el mundo real y, en general, tiene como objetivo demostrar respeto y consideración hacia los demás. Las pautas más relevantes de la “netiqueta” se detallan a continuación.
El objetivo de la «netiqueta» no es coartar la libertad en la Red, sino hacer compatible la nuestra con la de los otros
El objetivo de la «netiqueta» no es coartar la libertad en la Red, sino hacer compatible la nuestra con la de los otros. Como son normas de consenso, un mal uso de la «netiqueta» conlleva rechazo y efectos indeseados dentro de las distintas comunidades de Internet.
Además hay que tener en cuenta que los comportamientos calificados por la ley como delictivos, como los atentados contra el honor de las personas o su imagen, también están tipificados para el mundo digital. En 2012 la policía española detuvo a 750 personas por injurias y amenazas a través de la Red, lo que deja claro que Internet está lejos de ser una selva sin control donde rige el anonimato.
Comportamiento en redes sociales
Con la llegada de las redes sociales, estas normas se han actualizado para tener en cuenta otros aspectos, aunque en muchas ocasiones el comportamiento viene limitado por las políticas de uso de las empresas. No todas las redes sociales tienen las mismas condiciones de uso, pero la «netiqueta» básica está presente en todas ellas.
Respecto a la privacidad de terceros, es importante pedir permiso a una persona antes de etiquetarla en una fotografía
En Facebook, donde no se permite publicar fotos de desnudos, existe así una gran colisión entre las condiciones legales y los hábitos y conductas aceptados en la sociedad. Se han cerrado cuentas por publicar cuadros históricos con desnudos o fotografías en las que madres amamantaban a sus hijos.
Uno de los aspectos que se debe tener en cuenta en las redes sociales es la privacidad, tanto de uno mismo como del resto de contactos. En este sentido, lo más importante es controlar el nivel de privacidad que se quiere mostrar a los demás y contar con las herramientas para ejercer dicho control, algo que tienen todas las redes sociales.
Respecto a la privacidad de terceros, es importante pedir permiso a una persona antes de etiquetarla en una fotografía subida a una red social. Por supuesto, tampoco se deben comentar asuntos que atañen a otros privadamente de una forma pública.
Además, la actividad en las redes debe estar centrada en comunicar y no se debe emplear como una forma de hacer promoción o spam de otros servicios. En este sentido, una práctica de mal gusto es etiquetar a muchas personas alrededor de un producto para llamar su atención.
Cuidado con la rumorología
Tampoco está bien visto publicar rumores o informaciones sin antes comprobarlos, ya que es fácil caer en la calumnia, que hasta tiene consecuencias legales. No todo lo que circula por las redes sociales es verdadero y, en muchas ocasiones, los usuarios realizan acusaciones a la ligera o ayudan a expandir un bulo que afecta al honor de otras personas, empresas o instituciones.
Es recomendable mantener un tono de lenguaje adecuado cuando sube el nivel de controversia
En el caso de discusiones, es recomendable mantener un tono de lenguaje adecuado cuando sube el nivel de controversia alrededor de un tema. Debido a que el lenguaje escrito a veces no es capaz de transmitir el contexto o la entonación de la persona, se aconseja utilizar emoticonos para facilitar la comprensión de lo que se dice. Es conveniente hacerlo cuando se usa la ironía o el sarcasmo, dos figuras retóricas comunes que suelen causar confusión en la comunicación en Internet.
En el caso de Twitter, está mal visto su empleo como herramienta exclusiva de promoción de su autor o varios comportamientos habituales de algunos personajes públicos, como retuitear alabanzas y felicitaciones de forma constante o hacer publicidad encubierta de productos y servicios sin indicarlo. Son prácticas que hacen perder credibilidad.
La “netiqueta” se empezó a utilizar en los primeros servicios de Internet que permitían la comunicación entre pares, como las listas de correo, los grupos de noticias o los foros. Los protocolos y estándares técnicos que conforman la Red se desarrollaron en comunidades virtuales a través de una serie de documentos RFC. Su objetivo era regular las comunicaciones entre ingenieros y técnicos que trabajaban entonces en el desarrollo del estándar web.
La “netiqueta” se empezó a utilizar en los primeros servicios en Internet que permitían la comunicación entre pares
También surgió un documento denominado RFC 1855 con una serie de directrices para mejorar la comunicación entre sus usuarios y los técnicos que les atendían. Esta “netiqueta” estableció algunas de las buenas maneras que hoy en día son comunes en la Red. Entre ellas destaca una bastante obvia: por su impacto visual, que indica enfado o violencia, no está bien visto escribir un texto en mayúsculas, ya que es como si se estuviera gritando. También es conveniente buscar en un foro respuestas a una pregunta o duda, antes de abrir un nuevo hilo de conversación con una cuestión ya resuelta en el pasado.