La revolución de las nuevas tecnologías supuso para la industria musical una crisis sin precedentes: formatos como el disco compacto desaparecieron, al tiempo que en las redes de compartición P2P los usuarios se intercambiaban las canciones en MP3 con total libertad. Desde entonces, este sector ha sufrido numerosas pérdidas económicas hasta el lanzamiento de soluciones como Spotify y similares. Ahora es el turno de la industria editorial, donde las ventas de libros electrónicos han caído un 15% en el último año. La llegada de las descargas de libros por suscripción mensual podría cambiar esta situación, tal y como se detalla a continuación.
Por qué no despega la venta de libros electrónicos
Mientras proliferan los soportes de lectura tales como tabletas o lectores de tinta electrónica, en especial el Kindle de Amazon, la venta de libros electrónicos no prospera, sino que también ha surgido la tendencia a tomarlos de forma gratuita de las redes de compartición. Independientemente de la falta de legalidad u honestidad de este fenómeno, hay varios problemas de fondo.
Mientras proliferan soportes de lectura tales como tabletas o lectores de tinta electrónica, la venta de libros electrónicos no prospera
Uno puede ser la actitud de muchas editoriales, con intereses tanto en los libros de papel como en los electrónicos; son conscientes de que si ceden precio en el sector digital, perderán muchas ventas en papel. Por lo tanto, a parte de poner pocos títulos a disposición del lector digital, imponen unos importes que apenas se diferencian de los de sus homólogos físicos. A este inconveniente no ayuda la última subida del IVA, ni que se aplique al libro electrónico un IVA normal (21%), mientras que al papel se le da un superreducido del 4%.
Otro problema de fondo residiría en que fuera de plataformas como la tienda de libros de Amazon y similares, en general ligadas a un tipo de lector de libros concreto, las formas de micropago se complican. Está muy generalizado el uso de PayPal, pero para que sea cómodo, se necesita tener vinculado el servicio a una tarjeta de crédito.
Por estos motivos, además de por una polémica y extendida visión de lo gratuito como un derecho, muchos usuarios se inclinan por descargar ejemplares gratuitos. En cierto modo, no les quedaba hasta ahora otra alternativa. Sin embargo, con la llegada de las descargas de libros por suscripción mensual, el panorama podría cambiar.
24symbols, pionera desde España
En 2011 apareció la plataforma 24symbols, una iniciativa de dos emprendedores de Madrid con vocación de ser «el Spotify» de los e-books. Su propuesta era unir a diversas editoriales bajo su plataforma de modo que los usuarios pudieran pagar una tarifa mensual razonable por acceder a sus libros sin límites desde sus tabletas. La idea prosperó y 24symbols ha conseguido en estos años asociar un número creciente de editoriales y, por lo tanto, aumentar su catálogo, aunque de forma limitada.
El problema que tiene es que la mayor parte de los libros disponibles son gratuitos por otras vías -también en 24symbols se puede acceder a ellos de forma gratuita- y su catálogo no incluye grandes editoriales. Por otro lado, ofrecen un plan de pago que varía entre los 5 y los 9 euros, según las cuotas. Además, no permite la descarga a lectores de tinta electrónica.
Scribd, servicio reciclado
La idea de los madrileños ha inspirado nuevos servicios en todo el mundo que se acogen a esta filosofía de cuota ilimitada de ejemplares a cambio de una suscripción mensual. En el último año han aparecido varias iniciativas interesantes. Una de ellas ya existía como repositorio de documentos, un modelo con el que había recogido 27 millones de dólares en financiación desde su nacimiento.
Se llama Scribd, que ha pasado de ofrecer tarifa plana de documentos a dar también libros en descarga de diversas editoriales con las que ha llegado a acuerdos. Ahora Scribd plantea un acceso ilimitado a los libros de sus editoriales asociadas por nueve dólares al mes. Asegura poseer 40 millones de títulos y documentos a disposición del usuario, aunque casi todos ellos en inglés y con el problema de no dejar la descarga a lectores de tinta.
Oyster, Entitle, Nubico y Librify
Oyster es otro servicio de reciente creación que ha conseguido un catálogo de 100.000 libros que ofrece por 10 dólares al mes. Hace unas semanas consiguió una financiación de 14 millones de dólares para mejorar su plataforma de descarga y llegar a acuerdos con más editoriales, aunque la mayoría de los ejemplares están en inglés.
Otra alternativa es Entitle, muy similar a las demás, con 100.000 libros en su catálogo. Incorpora como novedad que permite descargar los títulos a lectores como Nook y Kindle Fire, aunque no a tinta electrónica.
Telefónica y Círculo de Lectores llegaron en septiembre de 2013 a un acuerdo para dar un servicio de suscripción por 8,99 euros al mes que tiene un catálogo de 3.000 libros. Su nombre es Nubico.
Y por último, como similar a ellos figura Librify, aunque es un club o red social donde se adquieren y comparten libros entre usuarios, es decir, algo parecido a un club de lectura. En Librify, que también funciona por suscripción mensual, los lectores pueden opinar sobre las obras leídas y valorarlas.