Cada página web es distinta de otra, como lo es su creador respecto a los demás. Los sitios de Internet son un reflejo de las personas que hay detrás y deben poder identificarse con las mismas y facilitar que los demás los identifiquen. Tener un nombre de dominio en Internet, por lo tanto, es una ventaja para muchos usuarios, al poder asociarlo a una página web personal o a una cuenta de correo electrónico. Sin embargo, es necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones para registrar y gestionar un nombre de dominio de forma segura.
Niveles de dominio
Los nombres de dominio son las direcciones de Internet que permiten acceder a un sitio web al teclearlo en el navegador. Detrás de ellos se encuentran las DNS (Domain Name System), que se asemejan a un sistema de correspondencias numéricas, a modo de identificadores de dominios. Este sistema consiste en una base de datos distribuida cuyo cometido es el de recopilar las direcciones IP de cada servidor web y asignarles un nombre de dominio. Es decir, cuando un usuario escribe «www.consumer.es», los servidores DNS se encargan de apuntar hacia la IP del servidor 67.215.65.132. De esta forma, los usuarios pueden recordar de forma más sencilla una dirección de Internet.
Los nombres de dominios tienen diferentes tipos de extensiones, en función del tipo de contenido que alojan o del país al que refieren. Los dominios terminados en «.com», «.net» y «.org» se llaman dominios genéricos de primer nivel y son los más utilizados. En particular, los «.com». En un principio, estas extensiones se crearon para actividades específicas del tipo comercial o bien proyectos en red y sin ánimo de lucro, pero ahora se utilizan para cualquier tipo de proyecto, debido a la escasez de los mismos.
Estas extensiones se crearon para actividades específicas del tipo comercial o bien proyectos en red y sin ánimo de lucro, pero ahora se utilizan para cualquier tipo de proyecto
En un segundo nivel destacan los dominios territoriales como «.es» para España, «.fr» en Francia o «.pt» para Portugal. Estos dominios son interesantes para entidades y empresas locales y cada uno de ellos está gestionado por un organismo local. En España, los dominios «.es» los gestiona la entidad pública Red.esa través de ESNIC. Estos organismos son los encargados de acreditar a los agentes registradores, es decir, a las compañías donde los usuarios y las empresas pueden acudir para tramitar la compra o renovación de un nombre de dominio.
Cada uno de los organismos locales encargados de la gestión de los nombres de dominios de un país establece las condiciones de acceso y tarifas de los mismos. En España, durante muchos años, los dominios «.es» no tenían una gran aceptación debido a su elevado precio respecto a dominios genéricos de primer nivel y a las condiciones impuestas en su tramitación. Sin embargo, después de realizarse una simplificación de trámites y la subsiguiente bajada de precios, el pasado verano los dominios «.es» alcanzaron la cifra de un millón de dominios registrados.
En un tercer nivel, se engloban los dominios del tipo «.com.es» o «.nom.es». Estos dominios tienen la ventaja de tener un precio más económico, por lo que son una opción recomendable para usuarios particulares que necesiten tener un nombre en Internet.
Elegir un nombre de dominio
En el momento de registrar un nombre de dominio, elegir la palabra o combinación de estas es la primera acción que deben realizar los usuarios. Sin embargo, las principales palabras en los idiomas más extendidos en el mundo están registradas desde hace años. La falta de palabras o buenas combinaciones es uno de los problemas al registrar un dominio. Así se puede ver con los dominios «.com», donde todas las combinaciones posibles de tres letras están registradas desde hace años. Existe, sin embargo, un mercado de compraventa de dominios donde los usuarios y empresas pueden acudir a adquirir al precio estipulado por sus dueños de dominios ya registrados. Uno de los sitios más conocidos es Sedo.com.
Las principales palabras en los idiomas más extendidos en el mundo están registradas desde hace años y la falta de buenas combinaciones es uno de los problemas al registrar un dominio
Esta actividad, en ocasiones especulativa, se basa en registrar palabras relacionadas con diferentes sectores, como el ocio, el turismo o el juego, que pueden ser de especial relevancia al crear una actividad empresarial en Internet. Las más demandadas son las palabras genéricas, como nombres y adjetivos relacionados con una actividad concreta, ya que son los primeros que los internautas usan en los buscadores.
Debido a la falta de nombres de dominios en las extensiones más utilizadas y para fomentar la creación de dominios personalizados, ICAAN, el organismo encargado del control de los nombres de dominios, ha liberalizado su uso. A partir de 2010, las compañías e instituciones que cumplan una serie de requisitos podrán solicitar la creación de extensiones de dominios asociadas a sus marcas. De esta forma, empresas como Google o Apple, podrían tener, si así lo decidieran, extensiones como «.google» o «.apple».
Registrar el dominio
La recomendación principal es ir directamente a la web de un agente registrador de confianza para buscar nombres de dominios libres y proceder a su registro. Estas empresas no solo ofrecen el servicio de registro de dominios, sino que también disponen de planes de alojamiento, cuentas de correo asociadas, etc. Para los dominios «.es», ESNIC dispone de un listado de agentes registradores donde acudir. También existen servicios on line que facilitan la comprobación de nombres en diferentes extensiones de dominios mientras se teclea, como la web Instant Domain Search.
Cuando se registra un nombre de dominio, este debe renovarse mediante el pago de una cuota, de forma periódica
Cuando se registra un nombre de dominio, este debe renovarse mediante el pago de una cuota, de forma periódica. El periodo mínimo es de un año, aunque se pueden renovar por más años. La renovación se suele realizar entre 60 y 30 días antes de la fecha de finalización del contrato. Con frecuencia, las empresas registradoras envían un correo electrónico automatizado de aviso, pero es recomendable apuntar la fecha en un calendario por si esto no sucediera.
Para registrar un nombre es importante leer la letra pequeña de estos servicios, ya que en el pasado se acusó a algunos registradores de contemplar de manera automática los nombres de dominios libres que buscaban en sus sistemas los usuarios que no terminaban el proceso de registro con ellos.
Otras recomendaciones
El titular del nombre es el que aparezca como dueño en los datos del dominio. Por este motivo, es imprescindible que estos datos sean los del usuario o empresa, ya que en caso de conflicto, un dominio registrado con nombre falso puede cancelarse con facilidad.
Es imprescindible que los datos sean los del usuario, ya que en caso de conflicto, un dominio registrado con nombre falso puede cancelarse con facilidad
Es recomendable que el agente registrador disponga de una plataforma on line para la gestión del dominio. De esta manera, los usuarios pueden actualizar o modificar los datos del mismo sin necesidad de que estos trámites los realice solo el registrador. Además, la atención al cliente es otro de los aspectos que se debe tener en cuenta. No es lo mismo contactar con una empresa establecida en el mismo país del usuario que con otra ubicada en un horario e idioma diferente.
Los precios de los nombres de dominios varían de un registrador a otro, que suelen utilizar ofertas agresivas, e incluso, ofrecer dominios de forma gratuita. Sin embargo, estas ofertas incluyen gastos no visibles, a priori asociados a la compra, y hasta un precio muy superior al de la competencia en el momento de renovarlo. También se han dado casos, en ofertas gratuitas de registro, donde el titular del dominio registrado por el usuario es la propia empresa registradora.
Una vez registrado un nombre de dominio, para poder utilizarlo asociado a un sistema de alojamiento de la página, es necesario redirigir el dominio a esa plataforma. Es habitual indicar en los datos de gestión del dominio la DNS del servidor web de alojamiento (conocido como “hosting”, en inglés). Estos datos debe facilitarlos la empresa o el servicio de alojamiento utilizado.
Algunas plataformas gratuitas de alojamientos de páginas web, como el sistema de blogsBlogger o Tumblr, disponen de un servicio para que los usuarios puedan redireccionar un nombre de dominio a la dirección web creada para el blog. En la red hay diferentes tutoriales que sirven de pistas para ayudar a los usuarios a realizar estos cambios.
Una opción recomendable para comenzar es utilizar un servicio de alojamiento en un servidor compartido
En el caso de optar por un servicio de alojamiento de pago, es necesario pensar de antemano el tipo de página web que se alojará, así como sus requisitos técnicos, tales como tener soporte para base de datos como MYSQL e interpretar lenguajes de programación como PHP y Perl. Una opción recomendable para comenzar es utilizar un servicio de alojamiento en un servidor compartido con otros clientes. De esta forma, los recursos de la máquina se dividen entre las páginas alojadas. Esta solución es útil para páginas web que no necesiten un alto consumo de recursos y tengan una media entre 50 y 5.000 visitas diarias.
Para proyectos web con una mayor cantidad de visitas, o bien que necesiten configuraciones personalizadas o un alto número de recursos disponibles, la opción natural es alquilar un servidor dedicado. En función del tipo de hardware, requerimientos y conectividad, su precio puede variar, ya que estos servicios están pensados para usos profesionales.