La generalización del acceso a Internet ha producido que surjan muchas empresas dedicadas al comercio electrónico. Adquirir productos por la Red tiene varias ventajas: muchas veces los vendedores ofrecen precios más baratos o descuentos y además es posible encontrar tiendas on line muy especializadas con un catálogo amplio. Se puede acceder a productos que no se distribuyen en algunos países y enterarse de todas sus características.
Sin embargo la seguridad es la pieza clave en las compras on line y hay que cerciorarse de las garantías de los sitios web donde se introducen los datos confidenciales.
Una forma de hacerlo es buscando y reconociendo signos de seguridad en la web. Símbolos como un candado cerrado o una llave en la barra de abajo de la pantalla o las palabras «Secure Socket Layer» (SSL) indican que se trata de una conexión segura y que tan solo el comprador y vendedor pueden ver la información de pago.
También conviene leer la información que la web ofrece sobre la privacidad de los datos de los compradores.
No hay que olvidarse de guardar copia de las operaciones realizadas, así se tendrá una prueba en el caso de que haya habido un error y haya que reclamar.
Hay que recordar que el correo electrónico no es un medio seguro al cien por cien, así que nunca habrá que mandar por mail información confidencial, como la referente a la tarjeta de crédito o cuentas bancarias.
Conviene fijarse en los gastos de envío a los que está sujeta la compra, pueden encarecer mucho su costo económico.
Otro aspecto a tener en cuenta es la política de devoluciones de la empresa. Lo más recomendable es que las webs ofrezcan la devolución del 100% del importe de la compra, excepto los gastos de envío de ida y vuelta.