Primero fueron los cajeros automáticos, luego los terminales de venta de los establecimientos comerciales y más tarde otros dispositivos como el iPhone. Relacionarse con los ordenadores a través de las propias manos resulta cada vez más habitual gracias a la evolución de pantallas táctiles. El “Media Lab” del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), un centro de investigación puntero en nuevas tecnologías, trabaja en la proyección de pantallas interactivas sobre cualquier objeto con el que se cruce una persona en lo que ha denominado “Sexto Sentido”.
Imagen: CONSUMER EROSKI
El «Sexto Sentido» trata de aprovechar los avances en la tecnología de la miniaturización y pretende dar un paso adelante respecto a la telefonía móvil, que ya permite disponer de información relevante en movimiento gracias a la conexión a Internet. El objetivo de este proyecto es que el acceso sea más ágil y que los datos dejen de estar confinados en una pantalla, ya sea de ordenador o de terminal móvil.
Las últimas noticias acerca de esta tecnología se produjeron en la pasada edición del congreso TED (siglas en inglés de tecnología, entretenimiento y diseño), celebrado en febrero de 2009 en California, Estados Unidos. Se trata de un desarrollo del investigador Pranav Mistry bajo la dirección de la doctora Pattie Maes, que realizó la presentación de los avances. Para ello, Maes llevaba un dispositivo experimental de Sexto Sentido, realizado con diferentes componentes, disponibles en el mercado por 315 dólares: una pequeña cámara, un proyector portátil y un espejo colgados del cuello, que se comunican de forma inalámbrica con un teléfono móvil conectado a Internet, y unos dedales de colores.
Este conjunto de elementos permitió a Maes proyectar imágenes en cualquier superficie opaca (incluyendo la propia piel) que se podían manejar con los dedos como si de pantallas táctiles se tratara. El manejo de estas proyecciones improvisadas sustituye completamente, y con mucha más agilidad, a los sistemas basados en hardware como el ratón o la tableta gráfica.
El sistema reacciona ante gestos preestablecidos. Si se realiza el ademán con los dedos de hacer un recuadro, Sexto Sentido toma una foto que se almacena en la memoria del teléfono móvil. Por otra parte, varias personas al mismo tiempo pueden trabajar con las imágenes proyectadas si disponen de los dedales adecuados. Los investigadores esperan que en un futuro estos elementos se puedan presentar en un dispositivo compacto de un tamaño y precio equivalente al de un teléfono móvil.
El resultado de esta revolucionaria tecnología se asemeja a la vista en la película Minority Report, en la que el personaje interpretado por Tom Cruise maneja con las manos distintas pantallas sobreimpresionadas sobre un cristal. Pero la realidad supera a la ficción, y en el invento del MIT las proyecciones se generan en cualquier lugar en función de lo que decida el usuario.
Múltiples usos
Gracias a que el sistema cuenta con un software de reconocimiento óptico, puede identificar objetos y obtener información acerca de los mismos que el usuario puede desplegar en una pantalla proyectada. A partir de software, se han creado ya diferentes usos, aunque los promotores advierten de que se trata de una tecnología todavía en desarrollo. Por ejemplo, que una persona mire un libro y obtenga información relacionada de sitios web como Amazon; que pueda leer un periódico con vídeos o sobreimpresiones de los últimos datos; que conozca si ha habido algún cambio en el embarque de un billete de avión, o que reciba información de la Web acerca de otras personas. Por otra parte, también se puede obtener información útil, sin relación con lo que se observa en ese mismo momento. Así, si se dibuja un círculo en la muñeca se sobreimpresiona un reloj y si se traza una arroba se consulta el correo electrónico.
Imagen: CONSUMER EROSKI
Este ambicioso proyecto no tiene competidores directos pero otras empresas trabajan en la mejora de las pantallas táctiles tradicionales y en su aplicación a los ordenadores convencionales. Por ejemplo, se encuentra el caso de Microsoft Surface, un PC con forma de mesa y que se maneja a través de una gran pantalla plana que actúa a la vez como posaobjetos y como ordenador. El usuario maniobra dentro del sistema operativo con las manos y puede abrir documentos o realizar ampliaciones de zoom sin necesitad de ningún ratón, tableta gráfica o teclado.
Se ha diseñado para reaccionar ante los diferentes aparatos que los usuarios apoyen en la mesa-pantalla
Se ha diseñado para reaccionar ante los diferentes aparatos que los usuarios apoyen en la mesa-pantalla, una característica que abre nuevas posibilidades. Por ejemplo, si se coloca una cámara digital de fotos, las imágenes se descargan automáticamente y, a continuación, si se sitúa en la misma un teléfono, se pueden trasladar hasta el celular. Lo mismo sucede en el caso de los reproductores de música comprimida. Además, permite que varias personas manejen el equipo al mismo tiempo.
Sin embargo, debido a su precio, que supera los 11.000 euros en Europa, en un principio se dirigen exclusivamente al mundo empresarial, donde pueden tener aplicaciones orientadas a la venta, como ayudar a los clientes a seleccionar entre dos productos mientras el equipo les muestra las características detalladas de cada uno de ellos, o como carta de platos animada para cafeterías y restaurantes. Microsoft trabaja en una versión más barata, denominada Touchwall, que mediante que una cámara y unos rayos infrarrojos pueda detectar el movimiento de los dedos sobre una pantalla vertical.