Países como Corea del Sur y Japón son ejemplos de cómo el acceso a Internet de banda ancha puede llegar a los hogares con una gran velocidad de transferencia y un precio muy inferior al que ofrecen las empresas de telecomunicaciones occidentales. Más por menos. Las claves para entender que la oferta de acceso sea tan abismal en extremo oriente respecto a Europa deben buscarse más en el diseño de las ciudades, y las inversiones realizadas en infraestructuras de telecomunicaciones, que en agresivas estrategias comerciales. Para empezar, ellos tienen desde hace diez años una red completa de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) y aquí empieza justo ahora a desarrollarse.
La llegada de la fibra óptica hasta los hogares es una de las grandes apuestas en materia de telecomunicaciones para los próximos años por parte de gobiernos y empresas del sector, ya que permitirá aumentar el ancho de banda de los usuarios de forma más eficiente que con las tecnologías basadas en conexiones de cobre, como el ADSL. Por el momento en España los proveedores de referencia ha empezado el despliegue de fibra al hogar, en las principales ciudades, desde el nodo de conexión más cercano, ya que el resto de la red de cableado es de fibra desde hace años. Telefónica es la empresa que lleva el despliegue más avanzado, en parte porque ve aumentar la competencia de los proveedores de cable, pero también porque quiere participar de la futura economía digital.
Numerosas ventajas frente a una inversión elevada
El coste de este tramo final resulta caro para el proveedor del servicio, el único que lo cubre, pero se considera una inversión de mucho futuro
Las conexiones de fibra óptica para el mercado residencial, conocido por sus siglas como FTTH(«Fiber To The Home»), tienen como objetivo que la fibra llegue hasta el interior de los hogares, una tarea mucho más complicada de lo que aparenta, ya que implica tanto acuerdos con los vecinos como desarrollo de múltiples ramificaciones en estructuras complejas como son patios interiores, tejados, terrados etc. El coste de este tramo final resulta caro para el proveedor del servicio, el único que lo cubre, pero se considera una inversión de mucho futuro por sus ventajas respecto a otros sistemas de acceso y porque posibilitará nuevos servicios y el desarrollo de la economía digital.
Entre las ventajas destaca que la velocidad de acceso puede ser mucho mayor tanto en la bajada como en la subida de datos, es decir que se acerca a la simetría, un punto en el que la interacción del usuario con la Red es de igual y igual: esto comporta ventajas en la comunicación por teleconferencia, el control de sistemas y aparatos a distancia, etc. Es una tecnología que da, además, una mayor estabilidad a las conexiones.
La simetría de acceso también permite un mayor desarrollo de juegos on line, el acceso rápido a los servicios de la nube, el manejo ágil de las aplicaciones ofimáticas -fomenta el trabajo colaborativo a distancia- y los sistemas de almacenamiento web, que inciden en una mayor seguridad y privacidad de los datos del disco duro.
Por otra parte, se pueden ofrecer nuevos servicios asociados a la línea contratada, como múltiples canales de televisión de alta definición bajo demanda con un menor ratio de compresión, lo que permite una calidad de imagen y sonido superior a los estándares previstos para la televisión digital, que ha resultado un rotundo fracaso y precisa de alternativas comerciales viables. Además, tecnologías como el vídeo en 3D, que requiere una gran cantidad de ancho de banda, también se podrán emitir a través de este tipo de conexión.
La fibra en Europa y en España
En la Unión Europea (UE) de los 35 miembros la tecnología FTTH está disponible para 25 millones de hogares, aunque solo hay 4,6 millones de suscriptores debido al lento ritmo de adopción, es decir de usuarios que se pasan a la fibra desde sus contratos de ADSL. La Unión Europea ha propuesto medidas para incentivar la oferta de FTTH a precios apetecibles al usuario mediante la penalización del mercado mayorista -de las empresas operadoras- de las conexiones de par de cobre. No obstante países como Suecia y Noruega tienen una penetración de FTTH superior al 10% del total de las conexiones, si bien el liderazgo actual lo ostenta Lituania con un 26,6% del total, según algunos estudios. Una encuesta reciente realizada entre suscriptores de banda ancha en Estados Unidos ha llegado a la conclusión que los usuarios de conexiones FTTH son los consumidores que están mas satisfechos con su conexión a Internet.
Países como Suecia y Noruega tienen una penetración de FTTH superior al 10% del total de las conexiones, aunque el liderazgo actual lo ostenta Lituania
En España, esta tecnología aún es muy minoritaria. Según datos de la CMT, existen unos 100.000 hogares con FTTH gracias a que algunos operadores como Telefónica, a través de Movistar, han empezado a ofrecerlo en algunas ciudades y zonas concretas del país como Madrid y Barcelona, con una velocidad de acceso de 50 mbps (megabits por segundo) de bajada y cinco mbps de subida, aún lejos de la simetría. Los planes de Telefónica pasan por incrementar la inversión en fibrapara poder ofrecer hasta diez gbps (gigabits por segundo) de velocidad de acceso en los próximos años.
Entre el resto de operadores, Vodafone ha realizado una prueba piloto en L’Hospitalet de Llobregat con conexiones de 100 mbps, mientras que Orange ha comenzado a ofrecer esta tecnología en algunas zonas de Madrid con 100 mbps en descarga. Es posible, sin embargo, que, debido a las inversiones necesarias para desplegarla, algunos operadores de telecomunicaciones cierren un acuerdo para el despliegue conjunto. De momento, Telefónica ofrece en el mercado mayorista, es decir, al resto de empresas de telecomunicaciones del sector, emplear su nueva red de fibra para vender conexiones a la Red FTTH, pero con restricciones. Una de las mayores es que estos operadores no pueden ofrecer una conexión superior a 30 mbps, lo que ha provocado que Vodafone haya pedido a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) una revisión para eliminar o elevar esta restricción.